Dijo que la dependencia a su cargo ha comenzado un monitoreo permanente en los municipios que se ubican en esta zona, desde Huitzilac hasta Tetela del Volcán, pasando por Tlalnepantla u Ocuituco, para poder actuar con rapidez en caso de que se haga necesario.
“El riesgo de pérdidas se da en una extensión promedio de cinco mil hectáreas que producen hortalizas y frutas, hablamos de aguacate, durazno, higo o granada, por citar algunos productos”, dijo, y reconoció que en años anteriores ya se registraron pérdidas por estos tiempos a consecuencia del frío de unas 300 hectáreas, en Ocuituco.
El funcionario agregó que afortunadamente ya se abrieron ventanillas para la entrega de apoyos diversos a la actividad productiva en el campo, “consideramos que con recursos propios de la dependencia se podrá salir adelante en caso de afectaciones, sólo si las dimensiones son mayores se recurrirá a la ayuda del gobierno federal”.
Ruiz Silva destacó que en el resto del campo morelense las temperaturas no son tan graves, aunque aceptó que hay unas tres mil hectáreas más hacia la región oriente con productos diversos, que también están en condiciones de sufrir daños; “se aplican algunas medidas para mitigar los efectos”.
Lo bueno, dijo, es que durante el invierno los cultivos masivos como el maíz, sorgo o caña de azúcar, que en conjunto ocupan más de 90 mil hectáreas anuales, o ya se cosecharon o están más allá del riesgo, por eso los alcances de las heladas no son tan grandes; sin embargo, “cualquier daño, por pequeño que resulte, es muy lamentable para quienes se quedan sin el beneficio del producto”.
Y en cualquier caso, sostuvo el funcionario, se procederá para mitigar los efectos y ofrecer las ayudas necesarias, de acuerdo a los alcances de la Secretaría, a través de los distintos programas que para tal efecto existen y que son variados.