Los convivios empresariales y familiares por la navidad o el año nuevo, que se realizan en los restaurantes de la región oriente, significan un aliciente para este castigado sector, el cual a partir del año próximo enfrentará nuevas cargas fiscales, indicó.
Para responder a la preferencia de los comensales, los restauranteros se han preparado mejorando la calidad de sus servicios y con precios accesibles, pues están conscientes de que la economía no ha sido buena para toda la población.
Al hacer un balance de lo que fue el 2013, Ríos Fernández lo calificó como un año fatal. “El 2013 para los restauranteros fue negro, fue muy complicado. No hubo flujo de comensales, no hubo circulante y ello limitó el gasto de las familias”, aseguró.
La mayor afectación la tuvieron durante los meses de julio a septiembre, cuando el ayuntamiento de Cuautla paralizó la actividad empresarial y económica de la avenida Reforma por los prolongados trabajos para pavimentar sólo 300 metros de carretera.
“Afortunadamente los números marcan que está despuntando para diciembre, los aguinaldos ya vienen y eso permitirá a las familias salir y festejar en los restaurantes de la ciudad, eso sin duda reactivará al sector”, externó.
Sin embargo, lo peor está por llegar durante la cuesta de enero, cuando las fiestas han finalizado y las ventas se desploman drásticamente, ante lo cual los restauranteros se verán obligados a implementar medidas emergentes.