Así lo consideró Alejandra Jarillo Soto, delegada federal de Economía en la entidad, quien dijo que nunca hubo desabasto del producto, por lo que el huevo que fue importado al país no fue necesario traerlo a Morelos.
Sin embargo, destacó que fueron las prácticas especulativas de algunos comercializadores los que provocaron el encarecimiento, aprovechando la epidemia de gripe aviar que se registró en el Bajío. Al respecto, aseguró que junto con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) se realizaron las revisiones pertinentes y se iniciaron procedimientos para sancionar dichas prácticas.
“Nunca hubo desabasto. Dentro de las revisiones que Profeco hizo en el estado, que fueron más de 250 en más de la mitad, lamentablemente, en más de la mitad se realizaron procedimientos administrativos por especulación, ocultamiento y excesivo precio. Todavía estamos en ese proceso; la verdad que en el proceso de los agentes económicos es en donde se llegan a tener esas prácticas anticompetitivas de ocultamiento, acaparamiento y de incremento indebido en el precio, pero creo que es un tema que está por resolverse”, afirmó.
Jarillo Soto manifestó que aunque Morelos no es productor de huevo, sí contribuye al abasto de carne de pollo, lo que coadyuva en equilibrar los precios de ambos productos. “El estado de Morelos es importante productor de huevo de postura; es decir, los huevos que a la vez son reproductores de pollos y gallinas y somos importantes productores de pollo comestible, pero no de huevo consumible, eso lo traemos del Bajío; de Jalisco, principalmente.”
Al terminar la repoblación de granjas en el estado de Jalisco, la producción nacional de huevo quedará estabilizada, por lo que se acabarán los pretextos de los especuladores para abusar en el precio del producto, insistió.