El 13 de agosto, un grupo afín a él agredió al periodista Jorge Rafael Sánchez Salazar, y de acuerdo con su propio dicho, fue abordado en una calle solitaria, luego de que una patrulla municipal le cerró el paso.
Sobre el particular, Sánchez Salazar recordó que “en el Ministerio Público presenté una denuncia, ese mismo día, donde tuve una buena atención de parte del subprocurador, José Manuel Serrano Salmerón. Pero ahí se quedó, ni siquiera me han llamado a ratificar mi denuncia”.
Por el lado de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM), “solamente me habló una vez Cuauhtémoc Magdaleno, el visitador, quien me dijo que se iba a iniciar una queja por oficio, luego de que la información había salido en un periódico local”.
Asimismo, refirió que “me citaron posteriormente, para decirme que no les había respondido la gente de Pablo Galván Hernández. Nunca me volvieron a llamar, nunca me dijeron que regresara o cómo iba el asunto”.
Respecto de los hechos, comentó que “ese día yo hice dos llamadas al 066; se supone que eso debe de quedar en una bitácora y ella supongo que debe de existir. Fue alrededor de las 14:00 horas y debe de consultarse, para que se vea que no estoy mintiendo”, sugirió.
“Fui agredido, junto con mi familia: mi esposa, María Elena Pardiñas Villalobos, y mi hija Ana Miriam Hernández Pardiñas, quien tiene una discapacidad y eso no les importó a los tipos estos que fueron mandados por el sedicente presidente municipal, Pablo Galván Hernández”.
Tras ser perseguido se refugió con un grupo de padres de familia en una escuela; “según la misma gente, (los agresores) están identificados como Lidio e Iván Muñiz Lima, el primero de ellos, secretario particular de Pablo Galván”.
En la Policía Estatal –prosiguió–, al pedir apoyo, me dijeron que hablara a la Policía Municipal. Pero era notorio que la Policía Municipal de Totolapan cuida los intereses de Pablo Galván.
Sobre los hechos ocurridos en el Congreso del Estado, el pasado jueves, Sánchez Salazar refirió: “Me enteré que varios reporteros fueron agredidos y supongo que son los mismos agresores. Ojalá y tuvieran las fotografías y yo identifico a mis agresores, de manera que seguramente están los tipos estos que regularmente manda Pablo Guzmán.
“No importa de qué medio seas, si quieren llamarle pasquín, un periódico semanario o quincenal, como quieran decirle; que quede bien claro que si en este momento se permite con esta gente, nos van a seguir agrediendo simplemente porque se les antoja y si no existe la libertad de expresión, no va a existir en este país la democracia que tanto hemos buscado”, expresó.
“Lo siento por mis compañeros. Ojalá que lo que les haya sucedido hoy en carne propia, lo entiendan como me pasó a mí y mi familia”, apuntó.
“En mi forma personal de ver, que si no es porque la misma gente de Totolapan me arropa y que Dios no permitió otra cosa, simplemente yo no estaría en este momento contándolo, porque estos tipos iban con toda la intención de asesinarnos a mí, mi esposa y mi hija”, finalizó.