En este sentido, el titular de esta área, Rubén Apáez Omaña, comentó que “a lo largo de septiembre se llevaron operativos de manera constante, especialmente en mercados y plazas comerciales, con la finalidad de detectar la venta de estos productos, los cuales pueden causar graves lesiones al hacer explosión”.
A ellos se sumaron instituciones como el Ministerio Público, la Policía Municipal y la Estatal, además de personal militar, debido a la naturaleza de los productos que se buscó detectar.
Apáez Omaña añadió que este tipo de artefactos, “de manera desafortunada, se comenzaron a utilizar como juguetes, a pesar de su peligrosidad; pero, por fortuna, se ha logrado hacer conciencia entre padres de familia sobre el riesgo a la integridad de quienes los utilizan”.
Además destacó que una vez concluido el mes patrio, “por el momento se cierra la fase intensiva de este programa, pero llegado el mes de diciembre, se habrá de retomar”.
Asimismo, el funcionario señaló que “también los comerciantes han visto que no resulta un negocio tan atractivo como sucedía anteriormente, debido precisamente a los decomisos que se realizan”.