La situación se tornó molesta para la población escolar, pues los infantes se empezaron a quejar de la picadura de las pulgas, lo mismo sucedió con los maestros, directivos y padres de familia, lo que los orilló a pedir ayuda antes de que se convirtiera en un problema de salud pública que pudiera originar enfermedades.
Al respecto, el director municipal de Salud, Andrés López Carrillo, señaló que la plaga de pulgas se originó en una bodega donde la escuela mantiene mobiliario viejo y todo tipo de objetos guardados y en donde no se realizan revisiones periódicas. Esto fue aprovechado por numerosos gatos que utilizaron el espacio como madriguera, propagando las pulgas a todo el plantel.
La Dirección de Salud aprovechó un fin de semana para la fumigación de la bodega y las instalaciones escolares, sin embargo la plaga no cedía, pues era necesario evacuar todos los objetos almacenados. El problema se complicó porque los artículos ahí guardados estaban inventariados y para desecharlos era necesaria la autorización de las autoridades del Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM).
Fue hasta que se recibió la autorización que la Dirección de Salud pudo evacuar tres camiones de cacharros que por muchos años habían permanecido en la bodega. Después de esto se fumigó y se sanitizaron las instalaciones para dejar libre de pulgas el edificio escolar.
Aun cuando fue resuelto el problema, algunos padres de familia se quejaban por la falta de clases en el Jardín de Niños “José María Morelos y Pavón”, pero no se pudo saber si esto se debida a la fumigación realizada o al paro escalonado que llevan a cabo los maestros, debido a que no se ha abierto la escuela.