El amaranto es un alimento prehispánico que por siglos y siglos ha sido la base alimenticias de las etnias prehispánicas hasta nuestros días; es un grano que posee un alto contenido de proteínas, lo que le da una amplia gama de usos en la alimentación, lo que a la vez le brinda un gran potencial agronómico y favorece su explotación agrícola, industrial y comercial.
Al respecto, la delegada de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en Morelos, María Guadalupe Guerrero Córdoba, señaló que "mediante la adopción de paquetes y oportuna aplicación por los productores, podrán obtener altos rendimientos de grano, así como de las cualidades y propiedades nutritivas e industriales que en conjunto garantizan el éxito de la cadena productiva de amaranto".
Manifestó que bajo esa óptica, los resultados del INIFAP se han integrado en paquetes tecnológicos, a efecto de que este cultivo sea una actividad rentable en beneficio de los productores e industriales de esta entidad.
Los paquetes tecnológicos lo que buscan también es abatir los costos de producción para aumentar la rentabilidad de los productores, es por ello que sugieren la introducción de la cosecha semimecanizada para que paulatinamente a mediano plazo pueda ser totalmente mecanizadas.
Al mismo tiempo, proponen recurrir al mejoramiento genético del amaranto mediante el cruzamiento manual para la recombinación de las características deseables de las plantas con la madurez del grano.
Guerrero Córdoba destacó que actualmente el estado de Morelos cultiva alrededor de 240 hectáreas de amaranto, que lo ubica en el segundo lugar nacional, después del estado de Puebla.
Los principales municipios productores de amaranto son: Temoac, Jantetelco, Zacualpan de Amilpas y Tetela del Volcán, en la región oriente.
La delegada de la Sagarpa dijo que los principales estados productores son Puebla, Morelos, México, Tlaxcala y el Distrito Federal, los cuales, en conjunto, aportan más del 90 por ciento de la producción nacional de este grano.
De ahí la importancia de las investigaciones que se realizan en el campo experimental de Zacatepec del INIFAP, que buscan impulsar el cultivo del amaranto para beneficio de los habitantes de Morelos.