Yáñez Barranco manifestó que la titular del DIF recibió el reporte del dirigente del asentamiento rural indígena conocido como “El Huaje” –perteneciente al ejido de Cuautlixco–, Jesús Martínez Vargas, de que una menor de ese lugar vendía dulces en los cruceros de la vía pública ayudando a sus papás, pero que tenía ganas de estudiar; sin embargo, no contaba con documento alguno.
Agregó la coordinadora que a fin de apoyar a la menor, que pertenece a un grupo vulnerable, y a su familia, que subsiste precariamente, se entrevistó con la señora Luciana Ramírez Gálvez, madre de la pequeña, quien no tenía constancia de alumbramiento, por lo que se tramitó ésta ante César Amando Cedillo Domínguez, director del Hospital General “Mauro Belaunzarán Tapia”.
También se gestionó con el oficial del Registro Civil número uno, Emilio Celestino Mora, su acta de nacimiento, de forma gratuita, documento que le da una identidad, personalidad jurídica y le sirve como identificación.
Con la predisposición de los padres y de la menor que anhelaba estar en una escuela, se logró ante el supervisor escolar de la zona 37, el profesor Francisco Aguilar Valdepeña, su inscripción al ciclo 2012-2013 en la Escuela Primaria “Ignacio Manuel Altamirano” (turno vespertino), con las consideraciones de no haber cursado la preprimaria, además de que no se tomará en cuenta su lengua materna (mixteca), sino el español, y de que se conseguirá la documentación faltante. Esto fundamentado en los 53 artículos internacionales de los derechos de los niños, dijo Yáñez Barranco.
Cabe destacar que la familia es originaria de Tlapa, Guerrero, y está compuesta por Luciana Ramírez Gálvez y Dionisio Aguirre Ángel, de 24 y 26 años de edad, respectivamente, quienes se sostienen a través de la venta de dulces que la señora realiza junto con sus hijas en los cruceros de las avenidas, mientras que el señor es peón de albañil.
La pareja cuenta con cuatro hijas: Silvia, Paola, Maribel y Leticia, de siete, cuatro y tres años, y la última de ochos meses, respectivamente.