Destacaron que el cáncer de mama es una de las principales causas de muerte femenina, por lo que es importante poder detectarlo a tiempo mediante la exploración para evitar sus complicaciones. Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señalaron que este padecimiento es curable si se diagnostica en sus primeras etapas y se indica el tratamiento en forma adecuada y oportuna.
Destacaron que el 85 por ciento de los casos son identificados por la misma paciente, a través de la autoexploración, por lo que recomendaron acudir al Programa PREVENIMSS a fin de recibir la información necesaria para saber detectar el padecimiento mediante la exploración. Por ello –dijeron– es fundamental la participación de las mujeres mediante la autoexploración que debe adoptarse como un sano hábito.
Destacaron que el año pasado, mediante PREVENIMSS, se llevaron a cabo 82 mil 43 detecciones de cáncer de mama entre la población fémina de 25 a 69 años de edad, lo que permitió detectar con oportunidad 69 nuevos casos, que recibieron atención médica en forma inmediata, con lo que el cáncer se frenó.
Dijeron que el rango de edad más afectado es en mujeres mayores de 65 años, aunque son pocos casos; pero también se está encontrando en jóvenes durante la tercera década de la vida. Durante el primer semestre de este año, el IMSS realizó 51 mil detecciones de cáncer de mama en mujeres de 25 a 69 años de edad.
Recomendaron no alarmarse con dicha neoplasia, que por lo regular se le relaciona con la muerte, pues si se diagnostica en etapa temprana, hay mucho por hacer. “Lo importante es que la mujer no se rehúse y acuda al médico para que se le otorgue el tratamiento oportuno. Entre más pequeña sea la lesión y tenga menos afección a los ganglios de la axila, existe mejor pronóstico y mayor posibilidad de curación”, agregaron.
Por último, manifestaron que existen condiciones comunes entre las mujeres que padecen cáncer de mama como el inicio de la menstruación antes de los 12 años de edad; menopausia después de los 50 años de edad; no haber tenido hijos; primer embarazo después de los 30 años de edad; ausencia de lactancia al seno materno; obesidad anterior y posterior a la menopausia; antecedentes familiares directos como abuela, madre y hermanas con cáncer mamario.