José Luis Mosqueda García, chofer de la ruta 11, que presta el servicio hacia el balneario Agua Hedionda, comentó que “bajo las actuales condiciones que prevalecen en la vialidad local, se necesita que haya cambios en la circulación y sobre todo, que se tengan las vialidades que desde hace casi una década han anunciado las autoridades”.
Recordó que “como parte de las acciones tendientes a disminuir la presencia de automóviles en el primer cuadro, varias rutas que siguen las unidades del servicio colectivo fueron reubicadas en su trayecto, pero esto no ha sido definitivo para dar una solución a la saturación que se tienen en las calles, por lo que se debe de planear una nueva estrategia”.
Señaló que casi al final de la anterior administración “se había anunciado que se cambiarían de sentido, de poniente a oriente, las calles de Vázquez, Ejército Americano, Camacho y Molina hasta la esquina de Centinela; mientras que la circulación de oriente a poniente las calles de Miguel Bravo y Cura Tapia, Capitán Anzures, Intrépida Barragana e Ingeniero Ramírez, hasta la esquina de Galeana. En tanto que de norte a sur se cambiaría la avenida Francisco Madero y de sur a norte, Ignacio Maya”.
Todo indica, prosiguió, que éstos y otros cambios anunciados no fueron bien planeados y fue una medida desesperada de la anterior administración, pues incluso se colocaron semáforos para ordenar los nuevos cambios, pero jamás se concretó nada.