La Conagua también hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno a poner en práctica programas de ahorro de agua, sobre todo en el mantenimiento de los jardines públicos y privados, con el propósito de garantizar la disponibilidad del líquido a la población.
Para enfrentar la temporada de estiaje, cuando las altas temperaturas aceleran la evaporación del líquido y provocan la disminución de los mantos freáticos, es indispensable recurrir a los programas de ahorro de agua, tanto en los domicilios como en las aéreas públicas, pues “aunque parezca que los ahorros son pequeños, si juntáramos el agua que dejemos de gastar, nos daríamos cuenta de que los ahorros son suficientes para mejorar la vida de quienes no la tienen”, señaló la dependencia.
El Organismo de Cuenca Balsas de la Conagua recomienda, durante la temporada de calor, regar los jardines públicos y privados sólo cuando sea necesario. Para ello habrá que hacerlo muy temprano o después de que se meta el sol, pues si se hace durante el día, será mayor la cantidad de agua que se evapore que la que aprovechen las plantas; además de que se corre el riesgo de quemarse, al calentarse el agua con los rayos del sol.
Otras sugerencias son: seleccionar las plantas o pastos a colocar, para que estén acordes a la cantidad de lluvias que cae comúnmente; cubrir el suelo de los jardines con tierra de hojas, para evitar la evaporación del agua; colocar aditamentos que ayuden a reducir el gasto de agua para el riego, los aspersores la dosifican y la distribuyen; emplear mangueras con boquilla ajustable y en caso de sistema automático, controlarlo por tiempo.
Cuando se corte el pasto en época de estiaje, no barrer los restos porque éstos evitan la evaporación del agua. Si se usa jabones biodegradables, se puede regar el jardín con el agua con la que se lavan los sitios de almacenamiento de agua, como tinacos o albercas.
Mientras más crece el pasto, más agua demanda, por lo que se sugiere no fertilizarlo; en regiones donde llueve poco, se recomienda colocar debajo del pasto una capa de plástico para reducir la infiltración del agua. Asimismo, otra opción es mantener el pasto con una altura de entre cinco y ocho centímetros para facilitar que el suelo tenga sombra natural y retenga la humedad.
El jardín puede ser regado cada semana con el agua suficiente para que llegue a una capa del suelo de 2.5 centímetros. En época de sequía, no regar el pasto amarillo, pues ya está inactivo y se recuperará en la época de lluvias.
Por otra parte, para no vaciar constantemente el agua de tinacos, cisternas o albercas, se recomienda limpiarlos y desinfectarlos periódicamente con químicos; ello evita vaciarlos y, por tanto, el desperdicio del agua.