En las calles Capitán Anzúrez y Barragana, ubicadas en las cercanías del zócalo del municipio, se colocaron moños blancos, así como cartulinas donde los comerciantes dieron a conocer su indignación y apoyo a la familia, luego de que fue dado a conocer el homicidio del menor.
Antes de llegar al panteón municipal, los restos del menor fueron colocados en una calle, donde le rindieron tributo familiares, amigos y vecinos; en tanto, en una cartulina colocada en una papelería se leía: “Dios mío, te has llevado la persona que mas amaba en este mundo, pero tú lo has querido así. Cúmplase en toda tu santísima voluntad. Bendiciones Amigo Bam Bam”.
Pero la protesta fue mayor en la caravana de vehículos que se formó y que acompañó a la familia del menor en su paso al panteón.
Los reclamos de seguridad también quedaron en evidencia: “Justicia para Bam Bam”, fue la exigencia que prevaleció con mayor fuerza. El paso al cementerio se llenó del llanto y la petición de mayor seguridad, así como la renuncia de los jefes policiacos, ante los índices de criminalidad que prevalecen en el municipio.
Aunque los comerciantes pretendían regresar a la presidencia municipal para hacer patente su molestia por la falta de seguridad, al no haber quien los atendiera en la alcaldía y debido al cansancio, decidieron retirarse.
Cuando salían del panteón varios de ellos confirmaron, mientras se desarrollaba el sepelio, que se presentó un asalto más en un céntrico comercio.