Al ser consultado en relación con el uso de este instrumento crediticio para hacer frente a la “cuesta de enero”, comentó que “si utilizamos bien la tarjeta de crédito, como debe ser, en bienes y consumos o para artículos de primera necesidad, tenemos 28 días sin un peso de interés; pero desgraciadamente no todos tenemos esa cultura de pagar el dinero que obtenemos por un crédito”.
Balbuena Jáuregui explicó que “el financiamiento que te da la institución que te expide las tarjetas de crédito es caro, el costo es elevado y es lo que nosotros no queremos entender, que el interés es realmente fuerte si nos quejamos cuando ya nos llegó el agua al cuello y no tenemos para pagar”.
Asimismo, explicó que “los créditos que dan nos hace caer en el consumismo, pues no es tanto la necesidad, sino que no tenemos una disciplina en la compra”.
A su parecer, “lo que hay que hacer es medir el riesgo que representa un dinero ajeno o un dinero prestado; debemos de entender que lo vamos a pagar y a veces ni con un bien nos alcanza para pagar lo que en algún momento quedamos a deber”, observó.
Finalmente, el consejero comentó que si bien corresponde a cada persona definir sobre la forma en que gasta su dinero, “dejar crecer cuentas de esta naturaleza limita el poder de compra a futuro”.