De acuerdo con el jurista Raúl Avendaño López: “La Constitución es clara, al establecer que este salario debe de ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural y para promover a la educación obligatoria de los hijos”.
Según refieren datos en relación con las cerca de 100 mil personas que habitan en la zona limítrofe entre Puebla y Morelos en la región oriente, de la población económicamente activa, el 32 por ciento percibe ingresos menores a una vez el salario mínimo; el 53 por ciento, a dos veces el salario mínimo, y el resto varía de manera importante. Por lo que existe poca capacidad para acceder a distracciones de diverso tipo y para satisfacer las necesidades básicas de la familia.
Así, “las carencias económicas, en la mayoría de los casos, son situaciones que vienen a impactar en la descomposición familiar y más aún, llega a ser la causa de su desintegración, por lo que se busca reforzar a la familia como principal sostén de nuestra sociedad”, comentó.
Asimismo, Avendaño López añadió que “en la medida que se logre subsanar las causas que generan en estos problemas, en ese mismo sentido se alcanzará a superar el problema que daña seriamente a nuestro entorno”.