Los médicos del IMSS señalaron que alrededor del diez por ciento de la población masculina de entre 35 y 40 años de edad, presentan la mayor incidencia de ácido úrico elevado, derivado de una alimentación desequilibrada y el consumo continuo de bebidas alcohólicas. Lo anterior se suma al síndrome metabólico traducido en obesidad y diabetes, lo que aumenta el riesgo de desarrollar el padecimiento conocido como “gota”, además de padecimientos del corazón y riñón.
El Seguro Social insiste en la adopción del ejercicio para evitar que el ácido úrico se deposite en las articulaciones. Agrega que este ácido es un componente normal del organismo que se produce por la destrucción de células y se desecha por el riñón; su desequilibrio está relacionado con la diabetes, la obesidad, el sobrepeso, la alimentación desequilibrada y el excesivo consumo de alcohol, carnes rojas y mariscos.
Cuando el nivel de ácido úrico supera los siete miligramos por decilitro de sangre en una persona, se produce la enfermedad conocida como “gota”, que se manifiesta por un dolor muy intenso en las articulaciones, específicamente de los pies o las rodillas con inflamación, dolor intenso en el dedo gordo del pie, tobillo o rodillas.
Aunque la “gota” no pone en riesgo la vida de las personas, sí es un factor de incapacidad al impedir la realización de las actividades cotidianas, por lo cual el paciente demanda atención médica urgente. Los especialistas del IMSS agregan que la “gota” puede complicar la salud de las personas si tienen obesidad o diabetes, “ya que esta condición predispone a desarrollar enfermedades del corazón, como angina de pecho o infartos”.