Los ex uniformados recordaron que “cuando nos comunicaron que estábamos dados de baja fue porque supuestamente reprobamos los exámenes de control y confianza, de los cuales pedimos se nos mostrara en un documento y jamás se nos entregó nada en lo absoluto”.
Reunidos frente a la presidencia municipal señalaron su molestia y comentaron que “se nos calificó como criminales por no firmar la renuncia de baja voluntaria”.
Luego de iniciar su trabajo en Industria y Comercio, “desde el 26 de septiembre a la fecha, nos notificaron que íbamos a cobrar el día 11. Por lo que fuimos con el de Recursos Humanos, quien nos notificó que ya no se nos iba a pagar porque habían recibido órdenes que no se nos pagara nada, por haber pedido respeto a nuestros derechos laborales”, señalaron en entrevista.
Asimismo, relataron que por ello “nos mandaron al palacio municipal para hablar con el director de Industria y Comercio, Miguel Leana Vélez, pero no llegó ni él, por lo que nos dijeron de Recursos Humanos que iba a ver qué se podía hacer. Lo cual no es justo, porque ya trabajamos; el día del desfile nos corretearon, nos aventaron sillazos, nos arriesgamos a ser golpeados por cumplir con un trabajo que se nos ofreció”.
Sobre el contrato, que les prometieron firmarles, sostuvieron que “nos dijeron que fuéramos el martes a las 14:00 horas, pero al llegar nos dijeron que no íbamos a firmar nada por órdenes del presidente; primero nos dicen que fuéramos a firmar, pero al llegar nos piden diversos documentos, sabiendo que tenemos los expedientes en la SSP; nos hicieron juntar todo y cuando ya lo teníamos, nos dijeron que no tenían los contratos”.
El grupo ayer se presentó a laborar y mostró su indignación, “pues hemos sido señalados de ser delincuentes, drogadictos o que tenemos problemas mentales”, lo cual consideran injusto.
Para concluir, señalaron: “Tenemos una familia que precisamente hoy está esperando para que les llevemos el dinero para que coman, y (las autoridades) nos salen con esta burla, lo cual no es posible”.