Dijeron estar de acuerdo en aplicar la Ley Seca para garantizar que no haya disturbios durante el tradicional desfile cívico-militar. Sin embargo, dijeron que el evento concluye después de las 2:00 de la tarde, por lo que después de ello los turistas que arriban a la ciudad no tienen donde convivir.
Los prestadores de servicios, principalmente de los negocios ubicados en la Alameda y el zócalo de la ciudad, quienes pidieron no publicar su identidad, manifestaron que las fiestas patrias dejaron de ser un aliciente para la economía de la localidad.
Criticaron que en cambio se dé todas las facilidades a los comerciantes ambulantes, quienes sí representan un riesgo para la población y los visitantes pues con sus estructuras y todo tipo de puestos y mercancías obstaculizan las calles, provocando un tapón que podría tener fatales consecuencia en caso de una emergencia.
Lamentaron que los hechos desastrosos ocurridos durante el desfile del año pasado hayan llevado a la autoridad a tomar estas medidas radicales sin tomar en cuenta a los prestadores de servicios que pagan impuestos y forman parte de la economía de la ciudad.