El funcionario estatal, consultado en relación con la seguridad que podría ofrecer la dependencia a su cargo para garantizar que los menores de edad no consuman bebidas embriagantes, a propósito del funcionamiento de espacios de esparcimiento donde se vende este tipo de productos, estableció: “Esta tarea es una responsabilidad de todos, la venta depende del comercio; entonces yo exhorto al comercio para que asumamos la responsabilidad de no venderles a los menores de edad, los exhortaremos y vigilaremos el cumplimiento, junto con la autoridad competente”.
Asimismo, se dirigió a los padres de familia como corresponsables de ofrecer la oportunidad de mantenerse en condiciones de responder ante este problema al señalar que “debemos todos responsabilizarnos de hacer de nuestros menores unos jóvenes y jovencitas que vivan felices y libres de cualquier adicción”, puntualizó.
Reiteró que se mantendrá una férrea vigilancia para evitar que, en todo lo posible, no se ponga al alcance de los menores cualquier tipo de bebida alcohólica.