De acuerdo con Ricardo Bustos Sánchez, comerciante establecido de esta ciudad: “Nuestra inconformidad es porque se ha permitido el crecimiento del comercio ambulante en las principales calles del centro y alrededor del zócalo”.
Entrevistado mientras un grupo de comerciantes esperaba al presidente municipal, Luis Felipe Güemes Ríos, con la intención de expresarle su preocupación, señaló que “lo primero es que da una mala imagen, además de ser una competencia desleal al no pagar impuestos, además de que en algunos casos se cuelgan de la luz en la alameda y los mismos inspectores los están reubicando, lo que significa que son solapados”, apuntó.
Por ello, señaló: “Yo creo que el presidente se dio cuenta de lo que está ocurriendo en el centro, que ya están con puestos semiestablecidos, de manera que no dejan siquiera estacionarnos a nosotros y aún se molestan”.
“Cuando yo me detengo en mi vehículo para ir a mi negociación, se detiene todo el tránsito vehicular precisamente en las franjas rojas que colocó la Dirección de Tránsito para que no se estacionaran vehículos”.
Bustos Sánchez de hecho fue dirigente de comerciantes ambulantes y precisamente fue en el tiempo en que se retiró de la calle a éstos, por lo que recordó que “yo formaba parte de los comerciantes ambulantes que estábamos en la calle de Padre Barrera y otras aledañas. Entonces, en aquella ocasión, también fue invadido el zócalo por ambulantes y el Ayuntamiento que encabezaba Javier Malpica Marines tomó la decisión de levantarnos a todos y reubicarnos”.
Por eso, dijo, “la propuesta de que se levante un padrón para saber cuántos son, quiénes son, a qué organización pertenecen y volverlos a regresar a sus lugares”.
“En aquella ocasión nos dieron el Mercado Niño Artillero, el Centro Comercial Cuautla, pero hoy llegan más comerciantes de quienes no sabemos quiénes son, pero el Ayuntamiento sí lo sabe, los inspectores, quienes los solapan, y nos afecta esa corrupción”.
Recuerda que “el gobierno del estado compró el terreno y nosotros fuimos pagando posteriormente. En aquella ocasión la calle de Vázquez fue la única que quedó con ambulantes y posteriormente el problema fue creciendo”.
Además denuncia: “Yo los he observado cuando se mochan con su lana”, en referencia a los inspectores, pero acepta que no puede ofrecer nombres pues ello significaría que cuenta con las pruebas para sostener su dicho.