El nuevo director rindió protesta el viernes pasado en las instalaciones del IEBEM ante su titular, Felipe Sedano Reynoso, después de que el anterior director, José Fernando Aragón Enríquez, presentara su renuncia para abonar a la solución del conflicto magisterial y estudiantil en esa escuela.
Aragón Enríquez estuvo al frente de la ENUFC ocho meses, tiempo durante el cual se resolvieron diversas irregularidades que existían relacionadas con la administración de la Escuela Normal. Al tomar posesión del cargo, el pasado 10 de noviembre de 2010, sustituyó al profesor Hugo Liévanos, quien había cumplido con su ciclo como director en medio de movilizaciones del grupo de maestros “democráticos”, que pedía su salida para pedir el cargo para su agrupación.
El cargo de Aragón Enríquez fue condicionado a una evaluación que se llevaría a cabo a los seis meses para saber si había cumplido con el perfil y la atención de los problemas de la Normal Cuautla. Luego de comparecer ante una comisión integrada por funcionarios del IEBEM, del SNTE, de maestros “democráticos” y de estudiantes del Consejo Estudiantil, no se encontraron elementos para destituirlo, por lo que se anunció la realización de una auditoría para conocer el manejo de los recursos económicos. Dicha auditoría abarcaba a varios de sus antecesores.
Durante una entrevista con este medio de comunicación, hace un mes y medio, José Fernando Aragón Enríquez manifestó su intención de renunciar al cargo debido a que “no será posible continuar por los intereses que hay al interior, luego de este desgaste por las manifestaciones de alumnos y maestros democráticos”. Sin embargo, fue sostenido en el cargo debido a que, hasta ese entonces, no se habían encontrado anomalías.
Sin embargo, su intención por poner orden al interior lo llevó a ser más estricto en el control de las entradas y salidas de los docentes, lo que originó que realizara reportes para el trámite de descuentos, ante presuntas faltas de los maestros de las tres corrientes ideológicas: “democráticos”, “moderados” e “institucionales”, quienes aseguran que no les permitía firmar su hora de salida “cuando tenían que atender responsabilidades académicas fuera de la escuela, por las prácticas de los estudiantes, lo que los hacía llegar después del horario de oficina, cuando el personal se había ido”.
Ésta fue la situación que unificó a las tres corrientes ideológicas de maestros, quienes unieron fuerzas para buscar la destitución de José Fernando Aragón Enríquez “por no cumplir el perfil para el cargo”. Al conocer la renuncia del director, la comunidad normalista festejó el Día del Estudiante, donde se pudo apreciar una imagen nunca concebida: los maestros antagónicos entre sí conformando una improvisada rondalla que interpretó varias canciones.
Con la designación de un nuevo director, dijeron, se retomarán los preparativos para los exámenes finales y la graduación de los cuartos años, además de las actividades académicas en general, lo cual, aseguran, será reafirmado este lunes ante la presencia de las autoridades educativas.