El diagnóstico entregado en su momento por el biólogo establece que “se detectó, a través de recorridos por las márgenes del afluente, varias anomalías. Estas revisiones se hicieron desde el Área Natural Protegida denominada Los Sabinos hasta el puente de San Pedro Apatlaco”, detalló.
El ex funcionario explicó que “se detectaron varios sitios de disposición de residuos sólidos. Cerca del puente Carlos Pacheco se localizaron descargas de aguas negras y jabonosas en forma copiosa y permanente en ambos lados de la ribera; de igual manera, en las cercanías del puente Solidaridad o San José, hay otros desfogues de drenajes que provienen de las colonias Niño Artillero y Gabriel Tepepa”, explicó.
Reveló que a la altura del Área Natural Protegida de Los Venados y mantos acuíferos que se encuentran en la parte alta del río o norte de la ciudad, “se identificó una gran cantidad de asentamientos humanos, los que no cuentan con drenaje o fosa séptica, por lo que las descargas domiciliarias van a dar directamente al agua del río y al subsuelo.
“Otro impacto ambiental grave identificado en los terrenos de Cuautla, concretamente en las cercanías del río Cuautla, se encuentra la aplicación de cianuro por parte de los llamados berreros, quienes de manera extraoficial se sabe que aplican este químico altamente tóxico al agua donde cultivan sus productos, presuntamente para el control de las plagas que afectan su hortaliza”, finalizó García Campos.