Luego de un recorrido a lo largo de la avenida Insurgentes de cerca de 200 católicos, la campana hecha con hierro, bronce y plata alemana, arribó al atrio de la iglesia ubicada en el zócalo del centro histórico para ser recibida por los fieles y bendecida por el sacerdote en donde además, con baile de chinelo y estandartes, nombraron a la campana “Santa María de Guadalupe, Patrona de la Libertad”.
El sacerdote señaló que con motivo de los festejos del Centenario de la Revolución y Bicentenario de la Independencia, la campana fue regalada a la Virgen de Guadalupe en “reconocimiento y agradecimiento a que ha estado presente como imagen en los momentos históricos más importantes del país”.
La campana tiene un costo de 700 mil pesos que los feligreses irán pagando poco a poco con sus aportaciones; fue traída desde la ciudad de Guadalajara. Longar Estrada señaló que “la campana se convierte en la voz de Dios unida a la voz del pueblo. Esperamos que los feligreses, al escucharla, se sientan orgullosos de nuestro pasado; estamos llamados a ser continuadores de las obras de libertad aquí y ahora”.