En entrevista, el especialista hizo un llamado a la población a que además de la aplicación de la vacuna, acuda al médico a hacerse las pruebas de papanicolau y colposcopia para detectar las manifestaciones de los virus que van desde lesiones verrugosas, hasta neoplasia intraepiteilal cervical en grados del uno al tres. Estos métodos son los más sencillos y baratos, a diferencia de las pruebas de diagnóstico en laboratorios de investigación como la prueba PCR y el de captura híbrida, los cuales pueden costar tres mil 500 y dos mil pesos, respectivamente.
Subrayó que es necesario extremar las campañas de prevención a través de la educación, tanto en escuelas como en la vida diaria y en pareja. “Es urgente reforzar la información que una vez que se tiene vida sexual activa, hay que realizarse la sintología, además de que puede aplicarse la vacuna desde los nueve años de edad; es necesario no dejar de acudir a hacerse el estudio, es altamente recomendable”.
Además, recordó el uso del condón, enfatizando que el VPH se transmite por laceraciones internas, de lo cual, dicho preservativo previene.
Al ser una enfermedad silenciosa, es difícil apreciar el porcentaje de la población que lo padece; sin embargo, según estudios del doctor Eduardo César Lazcano, director de Investigación en Salud Poblacional, publicados en un artículo de equidad.org, se sostiene que “este virus es muy frecuente y se estima que cerca de 70 por ciento de la gente con una vida sexual activa ha estado en contacto con él”.