El anuncio fue realizado de manera conjunta por Yves Volatire, sacerdote haitiano y rector de la Universidad Pública de Les Cayes, así como Álvaro Urreta Fernández, secretario general del Comité Mixto México-Haití, durante una visita al campo el Jicaman, del ejido de Cuautla, donde conocieron diversos programas de producción con respeto al medio ambiente, desarrollado por el biólogo Francisco García Campos.
El rector de Les Cayes llegó en compañía de Franky Rosenberg, director de un centro de capacitación campesina, así como Yvrose Joseph, catedrática de microfinanzas y enlace con grupos de mujeres de Haití.
Al finalizar el recorrido, Yves Volatire sostuvo: “Estamos aquí, invitados por el Centro Lindavista de México, que es el motor de un comité mixto entre nuestros países y que está ayudando al pueblo haitiano después del terremoto del 12 de enero de 2010”.
Sobre las condiciones que prevalecen a un año del terremoto, Volatire señaló que “mi pueblo ha sufrido mucho, al grado que hemos tenido 316 mil muertos y casi un millón y medio de personas están viviendo bajo tiendas, en las calles de Puerto Principie y otras ciudades”.
Observó que en parte “estamos aquí para agradecer al pueblo mexicano y a estas organizaciones de la sociedad civil y también a la Iglesia católica mexicana, por su apoyo y sobre todo, durante este primer año, donde hemos tenido que enfrentar muchas emergencias y a través de estas organizaciones, el pueblo mexicano mandó ayuda y personal médico”.
Añadió que la segunda intención es para preparar un intercambio de campesinos haitianos y mexicanos. “Después de establecer contactos con grupos e instituciones de Haití, el Centro Lindavista, el comité mixto, han decidido de manera conjunta que será una buena acción el apoyar a Haití para descentralizar el país, porque la amplitud de los daños viene entre otras razones por la concentración en Puerto Príncipe, que ha vivido un éxodo rural fuerte.
“Los campesinos dejan sus campos porque ya hay deforestación; ahora se trata de ayudarles a poder vivir en sus colectividades territoriales, en sus aldeas, entonces hay que organizar mejoren materias como la educación y la salud y, por supuesto, la producción de legumbres, de víveres para vivir en las familias y también para la comercialización, para tener recursos.”
Para finalizar, señaló: “Aquí en México hay organizaciones interesantes, sobre todo que ya comercializan su productos en la Central de Abasto; entonces estamos haciendo contactos y preparando programas para recibir a los campesinos que después de su visita podrán utilizar su visita para mejorar la situación de su familia y su comunidad”.
Durante el recorrido, el grupo fue acompañado por Jorge Juárez Morales, representante de la organización Tata Wuelo.
En tanto, Urreta Fernández observó: “Estamos planteando el programa en tres espacios. El primero, que inicia el 13 de marzo con los productores de Xochimilco, de San Gregorio, que son muy buenos horticultores; luego en Tláhuac; luego a Tlalnepantla, Morelos, con las cinco sociedades de producción rural y van a ver las experiencias de agroindustria; luego venimos a Cuautla y a Yecapixtla para conocer las experiencias de Caysa con el sorgo y el microcrédito Benito Jiménez Zavala, para posteriormente ir a Puebla”.
“Además estamos negociando créditos con Europa para Haití, pero necesitan tener la experiencia de la revolvencia y del manejo del microcrédito. Hasta el 7 de abril vamos a tener cursos en los que nos apoyarán las instituciones estatales y federales”, apuntó.
Durante la visita de los campesinos, la Sedesol les dará un taller de dos días e Inca-Rural grabará las sesiones para luego ser traducidas al criollo haitiano para que se reproduzca con los campesinos de aquel país.