Aseguran que no se trata de un acto de rebeldía.
Cuautla.- Ante el anuncio del gobierno federal de iniciar –a partir de este lunes primero de junio– el regreso a la “nueva normalidad”, numerosos comerciantes establecidos de este municipio abrieron sus establecimientos comerciales, derivado de la urgente necesidad de reactivarlos por la crisis en la que se encuentran al permanecer cerrados por varias semanas como consecuencia de la emergencia sanitaria a causa de la pandemia por covid-19.
Lo anterior, aun cuando el gobierno del estado dio a conocer que en Morelos se mantiene la estrategia de sana distancia y el confinamiento en casa hasta el próximo 15 de junio, debido a que la entidad se encuentra en estado de alto riesgo de contagios, lo que a nivel nacional se mantiene clasificado en Semáforo Rojo por la Secretaría de Salud.
Desde temprana hora fue posible ver una alta movilidad en las calles del Centro Histórico de Cuautla, largas filas afuera de las instituciones bancarias, establecimientos comerciales semiabiertos y otros abiertos en su totalidad, aunque muchos aún se mantuvieron con las cortinas abajo.
“Por falta de alternativas por parte del gobierno, los comerciantes están en una situación de subsistencia, ya que para pagar luz, renta y trabajadores no tienen ya recurso ni para comer. Más que una rebelión, es una necesidad que los comerciantes se ven obligados a abrir asumiendo los riesgos que esto implica. Al no tener otra alternativa, nos vemos en la necesidad de volver a trabajar, adoptando todas las medidas preventivas”, señalo Miguel Leana Vélez, representante de los comerciantes del Centro Histórico.
Manifestó que hasta ahora los micro, pequeños y medianos comerciantes no han recibido el apoyo financiero por parte del gobierno y los que el gobierno federal ofrece no alcanzan para resolver todos los problemas que enfrentan por la caída en las ventas.
Aseguró que en la reapertura de comercios se aplicarán medidas estrictas como el uso obligatorio de cubrebocas, gel antibacterial, el lavado de manos y la limitación en el número de personas que ingresan a los locales.
A la apertura del comercio establecido se sumaron algunos comerciantes ambulantes que se ubicaron a lo largo de la avenida principal en el centro de la ciudad y en calles como Valerio Trujano, Padre Barrera, Villagrán, entre otras.