Prevalece el malestar por presuntas imposiciones de los mandos superiores.

Cuautla.- El secretario de Seguridad Pública de este municipio, Gamaliel González Ravelo, y el director operativo de la Policía, Isael Nieto Pliego, fueron suspendidos de sus cargos en tanto se realiza la investigación en torno a los hechos ocurridos el pasado sábado, que originaron una serie de acusaciones en contra de mandos superiores, por una presunta protección de delincuentes.

Lo anterior fue confirmado por fuentes allegadas al Ayuntamiento de Cuautla, después de que se había informado –mediante un comunicado oficial– que el presidente municipal, Jesús Corona Damián, solicitó al gobierno federal su intervención para encabezar las investigaciones en torno a las acusaciones que se hacen mutuamente al interior de la corporación policiaca.

Durante este lunes se informó que la Dirección de Asuntos Internos de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) citó a todos los elementos policiacos que participaron en el operativo a la sede de la Comandancia Regional de la Policía Morelos ubicada en Tetelcingo para realizarles exámenes toxicológicos.

Lo anterior despertó el malestar de los elementos, quienes señalaron que había múltiples irregularidades en dicho procedimiento, debido a que los envases para la recolección de orina les fueron entregados abiertos, sin ninguna garantía de que no estuvieran contaminados, lo que podría dar lugar a una manipulación de los resultados.

Como se recordará, el sábado pasado, la Policía de Cuautla, al mando del director operativo Isael Nieto Pliego, respondió a un llamado de auxilio hecho por tres hombres, los cuales aseguraron haberse escapado del lugar donde habían estado secuestrados.

Ello derivó en un despliegue policial para la captura de los presuntos plagiarios, en un domicilio que se localiza sobre el libramiento oriente de Cuautla.

Cuando se reportaba que habían capturado a una pareja de supuestos secuestradores, se presentaron varios mandos superiores, quienes tomaron el control de la situación, dejando en libertad a los detenidos, con el argumento de que no eran secuestradores sino víctimas, lo que originó el enojo de los elementos que participaron en las acciones.

Ante la confrontación, el director operativo de la Policía de Cuautla declaró ante algunos medios de comunicación que sus jefes pretendían obligarlos a cambiar la versión de los hechos para favorecer a los que habían sido detenidos y presentar como delincuentes a las supuestas víctimas que pidieron el auxilio. De ahí que la CES determinó separarlos de sus cargos mientras se efectúan las investigaciones.