De acuerdo con Yolanda Sánchez Gómez, secretaria de la asociación, “apoyamos a personas infectadas por VIH y sus familias de manera integral, lo que incluye la ayuda física, espiritual, económica y también a través de la canalización a hospitales.
“De ahí que lo que pretendemos es que la semana en que se desarrolla este bazar, podamos hacernos de recursos económicos a través de productos elaborados por nuestros beneficiarios, como son piñatas y algunos trabajos artesanales”, observó.
La asociación organiza cada año un bazar navideño, que se lleva a cabo en la parroquia del Señor del Pueblo, en esta ocasión del 21 al 28 de diciembre; sin embargo, destacó que aunque éste dura una semana, para sostenerse económicamente hacen manualidades y se ponen a la venta en otras temporadas del año.
Sobre sus acciones, comenta: “Ésta es una labor humanitaria, por la cual no recibimos dinero, pero sí satisfacción y la alegría de ver cuando un niño no es corrido de la escuela; esa satisfacción ni siquiera es fácil de expresar o igual, que reciban un trato digno en los hospitales”.
Como parte de la dignificación de las personas infectadas, incorporaron al lenguaje de la asociación el de beneficiario y de ellos, atienden de manera fija a 22. “En sí, es una población flotante, donde no podemos decir un número determinado”.
A este centro llegan personas de los estados de Puebla, Guerrero, México y municipios de la zona oriente de Morelos, quienes son atendidas por el voluntariado, mismo que “está integrado por médicos, enfermeras, psicólogos, maestras retiradas y gente llega a otorgar su apoyo y hacen estos trabajos, pues hay personas que vienen a hacer la comida, porque buscamos que siempre haya alimentos, para quienes lleguen y deseen comer”.