La misma situación mantiene en el Buró de Crédito al ayuntamiento, lo que le impide acceder a financiamientos que destraben los servicios públicos. A la fecha, la falta de liquidez y de creatividad para enfrentar la situación está a punto de paralizar a la administración municipal, pues los empleados sindicalizados mantienen su emplazamiento a huelga y los trabajadores de confianza, lo mismo que policías y elementos de los cuerpos de emergencias, están a punto de bajar los brazos por la falta de pago de por lo menos dos meses de sueldo.
Entrevistada al respecto, la síndico municipal, Juanita Guerra Mena, reconoció que la situación es difícil y es una prioridad del alcalde y del tesorero resolver, pues ella, asegura, sólo está conteniendo los embargos e intentos de intervención de las cajas de la Tesorería.
Refirió que el Ayuntamiento de Cuautla sigue copado por los numerosos acreedores que a toda costa pretenden cobrar lo que les quedaron a deber los ex alcaldes Arturo Cruz Mendoza y Sergio Valdespín Pérez.
“Ya van dos ocasiones que viene el actuario a querer poner a una persona que quede al frente para ver las cuentas de Tesorería; al no estar facultada, porque el órgano supremo es el cabildo, me opuse. Pero ésos son nada más oposiciones, no es un saneamiento total. Lamentablemente, así vienen varios acreedores, son sentencias, son laudos del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de ex regidores y así ha incrementado un sinnúmero la deuda pública que afecta las finanzas y al saneamiento de Ayuntamiento de Cuautla”, detalló.
Dijo que lo más indignante para el pueblo de Cuautla son los pagos que los ciudadanos tienen que hacer mediante sus impuestos de desvíos o irregularidades cometidas desde la administración del perredista Arturo Cruz Mendoza –quien actualmente es regidor– y puso un ejemplo: “Hemos tenido un adeudo que se nos hace inconcebible por parte de la administración del doctor Arturo Cruz Mendoza, que es el reencarpetamiento de la avenida Reforma. Se hizo mal el asfaltado; sólo se puso chapopote y no fue dejada en buenas condiciones”.
Dicha negligencia sólo fue atendida con más negligencia por el siguiente alcalde, Sergio Rodrigo Valdespín Pérez, quien hizo crecer la deuda, pues en lugar de exigir una garantía por no haberse hecho la obra bien, le hizo un favor al constructor dejando perder el juicio. “Demandaron en la administración del señor Sergio Rodrigo Valdespín Pérez; no se ejerció ninguna acción de defensa, se dejó llevar el juicio a su total conclusión, lo que es apelación y amparo. Ahora nos están requiriendo por cuatro millones de pesos de una obra que técnicamente es inconclusa, no llena los requisitos técnicos para que pudiera tener una solventación (sic) de un buen pago; al contrario, tenía que ser una defensa por una obra malhecha. Pero, desafortunadamente, no fue así y quieren embargar la cuenta pública e incautar la Tesorería Municipal.”