Científicos ofrecen su apoyo para determinar zonas de riesgo sísmico.
Cuautla.- Aun y cuando se ha avanzado en cuanto a normatividad para estandarizar la reconstrucción, todavía es necesario realizar investigaciones a fondo para definir la vulnerabilidad y el riesgo sísmico que existe en las diferentes zonas, con el propósito de aterrizarlas en un nuevo reglamento de construcción, señaló Hans Israel Archundia Aranda, presidente de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica (SMIS) Delegación Morelos.
A un mes de que se cumpla un año del sismo de magnitud 7.1 con epicentro en Axochiapan y que causó devastación en construcciones de varios municipios de la entidad, no se han realizado estudios para determinar zonificaciones sísmicas que permitan tomar las medidas de prevención adecuadas ante otro fenómeno de este tipo.
“Lo que estamos haciendo ahorita es promover que se haga inversión para resolver la parte que falta, que es crear zonificaciones sísmicas de los municipios. Estamos empezando por Cuautla y estamos empujando a las autoridades demostrándoles la necesidad de hacer estudios serios para tener una valoración exacta de la vulnerabilidad-riesgo sísmico que hay en la localidad”, señaló.
El doctor Hans Israel Archundia Aranda, quien es ingeniero civil y Doctor en Ingeniería Estructural, además de Jefe de Estructuras en la Universidad Metropolitana, dijo que es necesario que dichos estudios se realicen con científicos del más alto nivel, debido a que Morelos se ubica ya en una zona sísmica y dentro de la zona epicéntrica.
“Tenemos que mandar a hacer estudios, sondeos de suelo profundo, hasta encontrar roca, sondeos de vibración ambiental, que es con un aparato, es un sismógrafo o acelerómetro que también estamos consiguiendo para traerlo a la ciudad en puntos estratégicos. Estamos pidiendo apoyo de la Dirección de Desarrollo Urbano del municipio de Cuautla, nos han mostrado el mapa de donde tuvieron los mayores problemas y también tenemos información gráfica que es importante”, apuntó.
Destacó que como miembro de la Sociedad Mundial de Ingeniera Sísmica, se busca la colaboración del más alto nivel para contar con los estudios que queden plasmados en los nuevos reglamentos de construcción con el propósito de prevenir un mayor impacto en la población.
“Eso es lo que estamos ofreciendo, el apoyo técnico, pero de alto nivel. Yo represento a una sociedad civil de alto prestigio mundial en ingeniería sísmica y donde yo trabajo es una universidad que tiene mucho prestigio en la asociación de este tipo de problema. Eso es lo que estamos ofreciendo, la vinculación autoridades-centros de investigación para resolver los problemas de manera seria y sistemática”.
Señaló que por iniciativa propia, han iniciado investigaciones en las zonas más devastadas como Jojutla y Cuautla, con la finalidad de sentar las bases constructivas que -de inicio- deben evitar la edificación de elevadas construcciones.
“A los ingenieros nos interesa saber dónde ocurrieron fallas concentradas, qué tipo de estructuras fallaron, qué tipo de casas, qué materiales tenían, de qué altura y todo eso lo metemos a modelos matemáticos, modelos ingenieriles para hacer valoraciones de la situación y, con base en eso, hacer recomendaciones y la idea es que no se queden ahí, sino que aterricen en un reglamento de construcción actualizado, esa es la idea final”, enfatizó.
Por último, destacó que -hasta ahora- no es posible predecir un sismo, pero sí se pueden prevenir sus efectos mediante la reglamentación de la reconstrucción y las nuevas construcciones, porque un sismo no avisa, como podría hacerlo un huracán.