En unos minutos transmitiremos la conferencia de prensa del nuevo rector de la UAEM en la página principal de ésta web.

En estos momentos el rector interino de la UAEM, Víctor Mora Pérez, ofrece su primera conferencia de prnesa acompañado de su antecesor, Fernando Bilbao Marcos, el primero en tomar la palbra ante los medios de comunicación para explicar las causas de su renuncia.

La transmisión en directo la puede ver en http://www.ustream.tv/channel/notv1

Hace unos segundos Víctor Mora Pérez asumió el cargo de rector interino de la Universidad Autònoma del estado de Morelos. El primero en felicitarlo fue Fernando Bilbao Marcos.

Vea nuestra transmisión directa del proceso de elección del Rector interino de la UAEM en la siguiente dirección: http://www.ustream.tv/channel/notv1

Vea nuestra transmisión directa del proceso de elección del Rector interino de la UAEM en la siguiente dirección: http://www.ustream.tv/channel/notv1

Las cosas siguen igual –o peor- en el PRI estatal, por lo que mejor ni nos acercamos a ese tema, que estallará en todo su esplendor hasta que haya, o candidato de unidad, o método alternativo para elegir al representante de ese partido al gobierno estatal.

Pingo (el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que tan aficionado es a estudiar a los políticos, a fin de encontrar el contraveneno) dice que esta semana los servicios de cardiología de los hospitales morelenses tienen mucho trabajo, porque la final de la carrera interna en pos de la gubernatura ha resultado más tensa de lo que nadie lo pensó.

Pingo -el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que tan aficionado es a meter su cuchara en esta columna- comentaba ayer con sus amigos perros algo que acababa de leer (sabrá dios como aprendió, pero de que lo hace, lo hace) en La Unión de Morelos que-aseguró- le había ayudado a comprender mejor a los políticos y a los partidos de los que forman parte.

Tal y como lo había pronosticado, la noche del pasado jueves fue un fracaso el disfraz de Pingo –el perro que en la casa de ustedes se siente el amo- quien había pensado entrar furtivamente en casa de algunos políticos (los que pudiera) para ver qué regalos tenían en su hogar por esa fecha.

Será un largo periodo de incertidumbre el que vivirá a partir del viernes Adrián Rivera Pérez, quien de aquí al 18 de marzo no podrá saber si será el candidato de su partido a la gubernatura, luego de que él mismo se considerase “candidato natural” a ese cargo.

Pingo (el perro que se ha infiltrado en esta columna para robarle protagonismo al autor, o sea, a su servidor) usó sus extrañas cualidades (no sé de dónde vienen) para seguir de cerca sus temas de interés y logró entrar (y pasar desapercibido) en la sesión del Consejo Estatal Electoral que el domingo marcó el inició del proceso para renovar alcaldes, diputados locales y gobernador.

Esta columna nació en La Unión de Morelos hace alrededor de 16 años aunque por una larga etapa no se publicó hasta resucitar hace tres años en una temporada decembrina como la que acaba de concluir.

Y creo que fue hace como un año y medio, poco más, cuando por azares del destino un personaje extraño llegó a este espacio, de la mano de sus muchos amigos.

Ayer leía cosas sobre el Seguro Popular y la necesidad de firmar un convenio con el Instituto Estatal Electoral para evitar que ese programa pueda ser usado con fines partidistas.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, está incómodo porque no tuvo oportunidad de desear a los lectores de esta columna una feliz navidad y en general no ha podido decir nada de lo mucho que considera la humanidad debe saber.

Se comienzan a ir los que tienen que irse, no en el mejor sentido de la palabra sino en términos reales: comienzan a dejar sus cargos públicos aquellos que ya tienen todo listo para brincar al siguiente nivel, cuál videojuego.

Pedro Juárez Guadarrama, subsecretario de Ecología, ha caído de la gracia no de éste columnista, sino de quien acapara el espacio las veces que puede (casi todas). Me refiero por supuesto al Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo.

Apenas les comentaba a ustedes que el Pingo, (el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que actúa como tal, el muy malvado) estaba ocupado en la investigación de lo que pedirán como regalo navideño los políticos.

La semana pasada les conté que el Pingo –el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que tan aficionado es a criticar a los políticos- espantó a todos porque no llegó a dormir y al otro día amaneció como si nada ( a eso de las nueve de la mañana) pero todo despeinado y hambriento.

El penal de Atlacholoaya fue la (única) obra magna del gobernador Jorge Carrillo Olea, en la que dijo haber invertido el equivalente a 20 millones de dólares de esa época a fin de disponer del centro de reclusión más moderno del país.

El ex alcalde de Cuernavaca conparecerá en unos minutos ante la prensa. Se espera que hable sobre los recursos jurìdicos interpuestos contra la administración que encabezó.

Sigue la confereencia en video en esta página web.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que tan aficionado es a criticar a los políticos de toda clase, dice que conforme se acerca  el momento de que los partidos elijan a sus candidatos oficiales habrá temblores (políticos, por supuesto) más fuertes y prolongados que el del sábado.

Finalmente el Partido Acción Nacional en Morelos hizo algo que valga la pena y anunció que es anticonstitucional la reforma aprobada por la actual Legislatura para que los diputados locales pudieran ser candidatos a otro cargo de elección sin dejar su curul y los beneficios que eso implica.

Ya era justo que luego de once años de ejercicio del poder los blanquiazules hicieran algo bien.

El chiflidito que sirve para anunciar el “éxito” del seguro popular se ha convertido en boca de lo usuarios del servicio (no de todos, porque sí ha habido beneficiados) en cinco pitidos dirigidos al árbol genealógico de quienes realizan esa promoción.

Morelos es una tierra pródiga en muchas cosas, buenas y malas. Los de la segunda categoría, desafortunadamente, parecen abundar más de un tiempo a la fecha. No sólo en cuanto a violencia somos mal ejemplo para otros estados (aunque esos hechos en realidad son aislados y no afectan de manera directa al grueso de la sociedad) sino que también concursamos en el top ten de la desigualdad, por la persistencia de diversas formas de discriminación, sobre todo a las mujeres y a los niños que se supone deberían haberse erradicado hace décadas.

Fernando Vallejo es el autor de la multipremiada novela “La virgen de los sicarios” que el domingo pasado causó mucho revuelo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, cuando le dijo sus verdades a la clase gobernante, de Calderón y Fox para abajo.

También porque promovió sus “tres mandamientos”, el último de los cuales es no votar, porque se vota a bribones, o algo así fue lo que dijo.

Ayer no pude hacer contacto con Pingo –el perro que en la casa de ustedes se siente el amo- y por lo tanto no me enteré de cómo le fue con su maquiavélico plan de por lo menos orinar en los pies de los políticos que le caen gordo y que son muchos.

Les recuerdo que se preparó a conciencia, pues tomó litros y litros de agua antes de irse a la actividad donde esperaba hacer de las suyas.

Ayer por la mañana me preocupé bastante por la salud de Pingo –el perro que en la casa de ustedes se siente el amo- ya que antes de salir a trabajar lo había estado observando muy de cerca y me di cuenta que tomaba más agua de lo normal.

Con eso de que la diabetes es la plaga de nuestro tiempo –aunque no sé si los perros lo padezcan- pensé que a lo mejor se le subió la glucosa de su sangre y eso le producía lo que parecía una sed endemoniada.

Ayer, aniversario del inicio de la revolución mexicana, me sorprendió ver muy pasivo al Pingo -el perro que en la casa de ustedes se siente el amo- ya que normalmente acostumbra ir a los desfiles y esta vez no parecía muy interesado.

Eso me extraño mucho pero de inmediato tuve la explicación: Pingo se había enterado de lo que habría en el desfile de Puente de Ixtla, pues alguno de su compañeros de especie (o sea, otros perros como él) habían ido a los ensayos y se enteraron anticipadamente.

Desde aquí le envío saludos a todos los que han preguntado, no por su servidor, sino por Pingo –el perro que en la casa de ustedes se siente el amo- lo mismo en Tetelpa que en Cuernavaca y otros sitios de Morelos. Gracias por pensar al menos en él, que, por cierto, se lo merece por pensar continuamente en como mejorar la condición del género humano o por lo menos encontrar una manera de que los políticos no nos acaben tan rápido como lo han hecho hasta ahora.

Ahora que los astros políticos parecen alineados y se perfilan en el horizonte las constelaciones que llenarán el cielo ciudadano en el 2012, los rebaños de convenencieros saben a donde apuntar sus expectativas.

La forma en que la entidad se vigila a los políticos en cuanto al uso que hacen de los recursos públicos es muy simple: ponen a otro político a vigilarlos.

Ayer Pingo manifestó su mal sabor de boca (en sentido estricto, hocico) por no haber acudido a la marcha del viernes, ya que le habría gustado darle una buena mordida a un político oportunista que se coló allí y cuyas iniciales son Graco Ramírez.

Pingo –el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que tiene como pasatiempo principal criticar ferozmente a los políticos- lamentó profundamente no haber acudido a la marcha que la comunidad científica asentada en Morelos realizó el viernes para protestar por el asesinato –otro más- de uno de los suyos.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, me reclamó amargamente porque ayer no le di voz (ni voto) en esta columna. Por eso, ha decidido invadir (como siempre hace) éste espacio para decir lo que piensa y siente.

El presidente Felipe Calderón señala que los primeros indicios sobre la caída del helicóptero en el que viajaba Francisco Blake Mora apuntan a un accidente. El aparato se desplomó sobre la delegación Tláhuac cuando viajaba al estado de Morelos. Todos sus ocupantes murieron.

Se ignora el estado de salud del Secretario de Gobernación Francisco Blake, cuyo helicóptero se estrelló hace unos minutos cuando se trasladaba a Cuernavaca.

Las cosas están muy revueltas. Y mientras todo se complica o no mejora, quienes se dedican ala política se la pasan en la delicada tarea de simular: Simulan que trabajan, simula que desquitan el sueldo, que cumplen con su deber.

Dicen las malas lenguas que Graco Ramírez Garrido Abreu, cuya forma de actuar en política podría ser clasificada como “pintoresca” si no fuera por lo dañina que ha resultado para los morelenses (y para los mexicanos en general) ha movido todas sus influencias para presionar al alcalde de Puente de Ixtla y, sobre todo, a su regidor de Servicios Públicos Jericó Iturbe, para que lleven a cabo una campaña de “desperrización” (eso dicen que pidió) a fin de acabar con las críticas destructivas que Pingo (el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que tan dado es a señalar a los políticos) le ha hecho por muchos días en esta columna.

Un hombre, al enterarse que su madre había fallecido, decidió desquitar su coraje contra dos doctores, una enfermera y un guardia de seguridad quienes resultaron heridos con un arma blanca.
Los hechos ocurrieron la noche de este lunes en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ubicado en Plan de Ayala.
Fue alrededor de las 7.15 horas de este lunes, cuando personal del mencionado nosocomio empezaron a correr, ya que en el piso 9 se encontraba un individuo que ya había lesionado a varias personas.
Al lugar arribaron policías municipales, quienes tras un forcejeo detuvieron al atacante.
Este individuo dijo llamarse Rene Sánchez Santos de 39 años de edad, con domicilio en la calle Primavera de la colonia Ignacio Zaragoza del municipio de Yautepec, al cual le quitaron los uniformados el arma blanca¿
Sánchez Santos le ocasionó heridas a los doctores José Ricardo Guzmán López, Luisa Mojica Pérez, a la enfermera Lilia Mejia Moreno y el guardia de seguridad Oliver Ríos Estrada.
La Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca dio a conocer que al parecer Rene agredió a las mencionadas personas porqué quería desquitar su coraje, ya que su madre Guadalupe Santos, quien estaba hospitalizada, había muerto.

Siempre pongo énfasis en la necesidad de educar a nuestros hijos en el respeto a los demás. Eso, cuando se cumple, garantiza una sana convivencia y a la vez genera progreso.

Ayer gracias la generosidad del doctor Enrique Galindo tuve la oportunidad de estar en una ceremonia de la UNAM, en la que al citado investigador y al doctor Luis Mochán les entregaron el Premio Universidad Nacional 2011.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, ha tenido quince días de mucha calle. Aunque sé que eso ocurre siempre, pues su debilidad por el mundo exterior es de sobra conocida, se la ha pasado proclamando que prefiere estar en la calle a estar como el resto de sus paisanos, los mexicanos crédulos que admiran con entusiasmo las “hazañas” de los compatriotas en los Juegos Panamericanos.

Pingo -el perro que en la casa de ustedes se siente el amo- considera que cada vez está mas cerca la hora de cobrarse una venganza, así sea breve, contra los políticos de todos los colores que un día sí y otro también gozan engañando al pueblo, o sea, a usted y a mi.

Pingo -el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y cuyo pasatiempo principal es criticar con ferocidad a los políticos- me ha reclamado airadamente porque ayer no escribí y lo que va de la semana no han salido precisamente palabras memorables de mi teclado.

Y tiene razón.

La Planilla Naranja, con casi mil votos más que su competidor más cercano, ganó la elección interna de la FEUM.

El PRD es el PRD y lo será por siempre, como el PRI siempre será el PRI y los panistas lo serán por los siglos de los siglos. Esto es, sus mañas (a todo sellos) le son intrínsecas, bien marcadas en su sangre y en sus huesos, por lo que a nadie asusta lo que ayer pasó en la elección interna de los perredistas.

Mientras se anunció hace unos minutos que el proceso interno perredista se suspendió en varias entidades del país, entre ellas el Distrito federal y Oaxaca, en Morelos la votación para elegir consejeros nacionales y estatales se desarrollaba con normalidad alrededor de las 11 de la mañana.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, ha llegado a niveles extremos en su fobia a los políticos, tanto que los últimos días no quiso aparecer en esta columna, algo hasta hace poco inusual.

Ayer murió el afamado periodista Miguel Ángel Granados Chapa, a quien tuve la oportunidad de tratar por la vía telefónica en 1988. Pasarían 22 años hasta que lo conocí, en la ciudad de México, exactamente en el Ángel de la Independencia, debido a mi invariable costumbre de llegar puntual a todos mis compromisos. Eso en español quiere decir que generalmente llego a barrer.

Los priistas de toda la vida –muchos de los cuales en su momento se hicieron panistas o perredistas, según lo que fuera más conveniente, y hoy regresan al redil- ya se comportan no como si fueran los ganadores de la próxima contienda, sino como los dueños –así con esas palabras, tan exactas- de la administración pública local y municipal –en todos los municipios- y ya comienzan a repartir favores y premios a quienes los apoyen, los aplaudan, les hagan la barba y en general los ayuden a adoptar esa mentalidad ganadora que amenaza con perderlos.

Pingo -el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que además cree estar lleno de grandes dotes como politólogo- se la ha pasado el fin de semana en la meditación total. Aficionado como es la lectura y a navegar por Internet, se sorprendió de que el pasado jueves en España, el candidato del Partido Socialista casi le copió su idea de ponerle límites a los ingresos de un político.

Hoy esta columna es propositiva (como siempre, pero en mejor) porque no estará –lo prometo- el famoso pero excesivamente apreciado Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amor y que tan aficionado es a meter su cuchara en todo tema que puede.

Realmente Pingo no deja de sorprenderme por sus amplios conocimientos sobre muchas cosas. Hoy resulta que conoce de la historia reciente de éste su amado país.

Pingo -el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que tiene, por lo menos lo dice, dotes de politólogo- es un maldito. La palabra se queda corta, pero por lo menos eso es.

Aunque sigo intrigado respecto a lo que trama el Pingo –el perro que en la casa de ustedes se siente el amo-- para denunciar de forma más efectiva la maldición en que se han convertido los políticos, hoy tampoco podré ocuparme del asunto, pues hay otros temas sobre los que creo necesario poner atención.

Ayer les conté que sigo muy preocupado porque el Pingo –el perro que en el casa de ustedes se siente el amo- ha perdido la paciencia y no soporta ver como los políticos se han apoderado de prácticamente toda la riqueza común del estado y del país y nadie les dice nada.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, se ha preparado ampliamente para manifestar su pesar por la forma en que esta tierra se ha dejado gobernar.

Me encuentro francamente indignado por lo que ha dicho Pingo (el perro que en la casa de ustedes se siente el amo) porque creo que no le tiene mucho respeto a los de mi especie (o sea, a usted y a mi) en muchas cosas que él considera de sentido común.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, ha decidido tomar medidas que sirvan de ejemplo para ustedes y su servidor, ciudadanos con aparentemente plenos derechos pero que en realidad estamos sometidos por la partidocracia en cuyo nombre gobiernan no precisamente los mejores.

Ayer les narré la patoaventura de Canito, el salchicha compañero de Pingo –que a su vez es el perro que en la casa de ustedes se siente el amo- quien se equivocó de descripción (por el enorme parecido entre una cosa y otra) y en lugar de someter bajo sus colmillos a un político lo que atrapó fue una rata que, indignada por la comparación, se retiró molesta del lugar de los hechos, una vez que se habían aclarado las cosas y a pesar de que Canito se había disculpado.

En colaboraciones pasadas les he platicado que Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, tiene en el mismo domicilio la compañía de Canito, un perro salchicha ciego ?de los ojos- así como de la iguana verde, animal de sangre fría que gusta de comerse las flores de mi tulipán y que en sus ratos libres también es aficionada a filosofar.

Pingo -el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que además tiene como su deporte principal analizar a los políticos, a los que considera malas criaturas- resultó más patriota y nacionalista que muchos -casi todos- de los que gobiernan.

Al final de cuentas, los ciudadanos hemos recibido lo que merecíamos. El hecho de que en cuestión electoral fueron unos cuantos los que sí cumplieran con su derecho y obligación de ir a las urnas hizo que sin necesidad de grandes votaciones los partidos políticos tradicionales pudieran obtener triunfos minoritarios conforme a la totalidad de la población pero de mayoría considerando los resultados en las urnas.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, está más somnoliento que otra cosa porque me acompañó la noche del domingo, en que enfrenté una emergencia técnica en mi trabajo.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, hace semanas dijo que él era más bravo (en el sentido de más eficaz, supongo) que quienes se dedican a cuidar a la sociedad de Morelos. Por las cosas que pasan un día sí y otro también supongo que los dientes de este animal (ampliamente conocido porque en la casa de ustedes se siente el amo y pro su afición a estudiar y criticar a los políticos) son más afilados que los del general Gilberto Toledano Sánchez, quien igual que su antecesor parece que sólo vino al cargo como obsequio recreativo.

Ayer decíamos que Pingo -el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que tan aficionado es a analizar a los políticos- busca la manera de sancionar eficazmente a todos aquellos que viven muy bien de los recursos públicos y que sin embargo no le dan nada a la sociedad, que no sean penas.

Desde hace dos semanas, Pingo –el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que de tal ejerce-- ha acaparado el espacio de esta columna. Hoy se va a molestar porque no lo dejaré, ya que hay un tema que desde hace días tengo la intención de abordar, porque considero de la mayor importancia hablar de la seguridad de mi gremio, el de los periodistas.

Hoy lunes será un día muy atareado para su servidor, entre otras cosas, porque tengo como tarea buscar a quien se encargue de la seguridad en el palacio de gobierno, a quien tengo que prevenir.

Ayer les platiqué la historia de la difunta amiga de Pingo (el perro que en la casa de ustedes se siente el amo) y las causas de su prematuro deceso. Con pruebas en la mano les expliqué que fue Graco el causante de todo, porque su hipocresía hizo que la pobre luciérnaga encendiera en exceso su luz, que había prestado como indicador en el detector de hipócritas “construido” ingeniosamente por el Pingo.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, no deja pasar ahora ningún día sin que meta su cuchara a esta respetable pero cada vez más canina columna. Y debo confesar que a veces sus intervenciones son ingeniosas, como, cuando hoy que nos quiere presentar su último ”invento”, como llama al “detector de hipócritas”.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, se despertó ayer lunes de buenas, porque tenía muchos planes, pero alguien había prendido la televisión y a él se le ocurrió verla un rato, lo que le puso de un humor –valga la redundancia- de perros.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, ha estado muy crítico en los últimos días, no sólo contra los políticos (su blanco habitual) sino contra todo el género humano, a la vista de tantas estupideces que hacemos un día sí y otro también.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que es tan aficionado a estudiar a los políticos, no sólo tiene referencias cinematográficas como las que citó hace unos días (cuando se refería a ciertos paralelismos entre lo que pasa en el Congreso local y lo que se ve en la cinta “Legalmente rubia 2”) sino que es muy entendido en cuestiones de literatura y cuando llega la ocasión lo demuestra.

A lo largo de toda la semana el ya célebre y famoso Pingo (el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y, por lo mismo no asume nunca –ni asumirá- su papel de mascota) se la ha pasado con duras críticas a los políticos que abusan de su poder (supongo que todos) e incluso ha sugerido algunas formas no convencionales de castigo para ellos, aunque ya le expliqué que la castración no está permitida por la ley.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, tiene un finísimo olfato y una mejor vista cuando se trata de examinar a los políticos, seres a los que considera despiadados e inmorales y para los cuales siempre tiene una frase (en realidad rollos completos) de severas críticas.

En su triunfal retorno a la arena pública, Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, ha dicho que no entiende cómo los humanos le damos toda la confianza a los políticos, que tienen por costumbre morder la mano que les da de comer.

El pasado viernes anuncié el regreso permanente y triunfal del Pingo (el perro que en la casa de ustedes se siente el amo) a esta columna. También dije que el dichoso animal había preparado un discurso de retorno que fingí perder, porque manejaba un lenguaje muy soez con respecto a los políticos de todos colores y sabores. Mejor dicho, contra las mamás de los políticos.

Resulta por demás infructuoso decirle a las autoridades que la inseguridad que vivimos alcanza niveles intolerables, pero que si no hacemos nada –mejor dicho, si no se hace nada, si no se emplean los recursos públicos- la situación va a estar fuera de control.

Hay un montón de problemas por resolver en todo lo que nos rodea, pero la seguridad es hoy por hoy el lado más flaco. La peliaguda cuestión no se ha resuelto adecuadamente ahora que hay tiempo, cuando todavía no alcanzamos los niveles de violencia que reviven en grandes zonas de Tamaulipas, Chihuahua o Michoacán.

Supongo que es el momento de decir a los funcionarios encargados de la seguridad pública en los tres niveles de gobierno que dejen de hacerse tarugos y desquiten lo mucho que ganan de salario. La noche del miércoles mataron en Morelos, a la entrada de Cuernavaca, a otro famoso, en este caso el ex jugador de Cruz Azul y de la selección nacional de futbol Nacho Flores.

Alejandro Villarreal Gasca ha confirmado que aspira a gobernar Morelos. Se une a la lista que encabezan Manuel Martínez Garrigós, Graco Ramírez Garrido Abreu y Adrián Rivera Pérez, los que primero dijeron que querían. La lista tiene más nombres pero, excepto quizá Jesús Giles Sánchez, son de relleno, de gente que le tira en realidad a ser tomada en cuenta en cualquier otra chamba menor para no tener que trabajar otros tres años.

Jorge Meade Ocaranza, Víctor Saucedo Perdomo y otros más utilizan el cambio generacional de la población morelense como factor a su favor para retornar a la vida política luego de la mala imagen que se forjaron con muchas de sus acciones.

Reiteradamente he mencionado en este espacio las lagunas que el poder ha dejado a lo largo y ancho de la entidad, debido sobre todo a la incompetencia del secretario de Gobierno, interesado en muchas cosas peRo en ninguna que tenga que ver con el bienestar de la entidad en la que su partido gobierna.

En los últimos diez días ocurrieron dos situaciones graves –muy graves- para la entidad, que deberían resolverse de manera inmediata pero que sin embargo no recibe la debida atención desde las secretarías de Gobierno y de Seguridad Pública.

No estoy seguro y me arriesgo a decir tonterías, pero no creo que el impulso que s ele pretende dar a la UTEZ y a otras universidades del país como “certificadoras de software” sea para avalar la calidad de los programas de cómputo nacionales.

En todo el estado, quienes han querido han perforado pozos para extraer agua del subsuelo sin que nadie les diga nada. Por supuesto, en lugares como la paradisiaca Jojutla eso ni se ha notado porque lo que sobra es agua, pero en sitios donde los acuíferos están sobre-explotados el daño es acumulativo y nadie parecía interesarse en poner remedio.

México tiene demasiados problemas en este momento, pero creo que el peor de ellos es el desinterés de sus políticos por resolverlos.

Varios secretarios de Estado, quienes tienen en sus manos atender las grandes cuestiones nacionales, como la educación pública, se dedican a hacer proselitismo en lugar de aplicarse en la tarea para que se les paga. No digamos ya quienes lo mismo hacen desde la posición de fuerza que les da ocupar un cargo legislativo o de otra índole.

El pasado miércoles caminaba por el Centro de Cuernavaca cuando me llamó la atención un grupo de vendedores que llevaban, muy bien recortadas y acomodadas, unas preciosas flores de color lila, la mercancía que ofrecían al público.

El Pingo -el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y piensa que las mascotas son quienes le rodean y no él- decidió meter de nuevo su cuchara en esta columna, emocionado como está de opinar sobre los políticos que empiezan a asomar la cara (y otras cosas) deseosos de ser tomados en cuenta a la hora del reparto de huesos que se avecina.

Estamos cada vez más cerca del ansiado (por los políticos) año electoral de 2012. El año en que de nuevo la ruleta que asigna los huesos con carne comienza a girar y todos los que acostumbran vivir del gobierno creen tener esperanza de que les toque algo.

El único poder que ahora tiene Maricela Sánchez Cortés es económico, derivado de la indebida asignación de recursos federales que le hizo el gobierno de Vicente Fox a cambio de que dejara de hacer sus tropelías, cuando tenía fuero.

El viernes anterior señalaba en este espacio –una vez más- el agobiante problema que quienes gobiernan han creado al endeudar sin límites a los Ayuntamientos. Sin embargo, no abordé otro tema igual de preocupante, que a pesar de que se ha hecho costumbre, no termina de gustarme.

Normalmente escribo en el trabajo, pero ahora decidí redactar esta columna en la casa de ustedes, aprovechando lo que pensé serían minutos de paz y tranquilidad, pero nada más alejado de la realidad, ya que en un santiamén Pingo –el perro de esta familia que nunca se ha sentido mascota sino amo- me vio en la computadora y decidió acercarse a opinar, como siempre, de los temas que considera son de mayor interés.

De forma que me pareció sorprendente, ayer supe que los aspirantes de todos los partidos políticos a un cargo de elección popular habían firmado un pacto de ética (y juego limpio) que tenía como objetivo recobrar el respeto de la ciudadanía. Su primer punto consistía en dejar el empleo público con aplicación inmediata, a fin de que nadie contara con ventajas indebidas y, sobre todo, no se usaran recursos públicos en la promoción electoral adelantada.

Neil A. Armstrong, y Edwin E. Aldrin Jr. (Buzz) llegaron a la Luna hace poco menos de 43 años (que mañana se cumplen) para coronar una muestra de poderío de Estados Unidos, que de esa forma daba por ganada la carrera espacial.

La férrea defensa que los directivos del SNTE en Morelos han hecho de su dirigente vitalicia (aunque ya no se otorgue ese título todo pinta a que eso es) hizo que el Pingo -el perro que en la casa de ustedes se siente el amo- aprovechara la ocasión para meter su cuchara y opinar (sabiamente, piensa él) de tan escabroso tema.

Los que usamos el transporte colectivo estamos acostumbrados a que cada viaje sea o muy aburrido o de lo más insólito, cortesía lo mismo de los clásicos operadores del servicio que de la fauna de automovilistas empeñados en rebasar a la ruta que les quita segundos para llegar a su destino.

Pingo, el perro que en la casa de ustedes se siente el amo, está triste, muy triste. Sólo quiere escuchar en el aparato de música la canción Callejero, que le atribuye a Facundo Cabral, aunque yo en lo personal tengo la duda si no es de Alberto Cortés.

Pingo -el perro que en la casa de ustedes se siente el amo y que es aficionado a analizar con detalle al prójimo- se emocionó hoy cuando leyó por Internet los periódicos nacionales –es muy aficionado a Internet- porque dijo que tendría mucho material para lanzar sus ladridos en esta sección, que llegan a ustedes debidamente traducidos al español gracias a la magia de la tecnología.

Ayer fui invitado a la inauguración de la nueva planta de aerosoles que Unilever construyó en Civac (en la vieja Ponds) y fue interesante conocer detalles de cómo trabaja esa trasnacional, pero sobre todo escuchar a Paul Polman, presidente global de Unilever, una empresa angloholandesa de alcance mundial que dio su discurso en español.