Durante la pandemia del COVID-19 las fiestas masivas han sido un problema extra que se ha buscado erradicar a través de llamados constantes a la población sobre el riesgo de la enfermedad, pero estos han sido ignorados. Un ejemplo más de esta situación fue la que se vivió en la comunidad San Juan del Río, en el municipio de Santiago Choápam, Oaxaca.
Las fiestas decembrinas se han traducido en una subida en los contagios en México y la localidad de San Juan del Río, de mil 200 habitantes, ha visto la rapidez con la que COVID-19 puede afectar, pues en cuestión de días gran parte de la población de este lugar pasó de celebrar una tradición a padecer los síntomas.
El pasado 5 de enero, en la comunidad del municipio de Santiago Choápam, se realizó un baile en honor al Niño Jesús; semanas después la cifra de contagios ya era de 400 personas, 14 hospitalizados y 12 muertos.
Debido a la problemática, el presidente municipal Evergisto Gamboa Díaz envió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador, al subsecretario Hugo López-Gatell y al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, explicando la situación y solicitando insumos.
En su texto, del 28 de enero, Gamboa Díaz hizo la solicitud de mil vacunas, personal médico (el que había en la localidad estaba aislado por contagio), tanques de oxígeno, medicamentos, una ambulancia, cubrebocas, gel antibacterial, equipo de protección, brigadas para tomar muestra COVID-19 y víveres. Además, advirtió:
“Ante el olvido, la pobreza y el desprecio, nos da lo mismo morirnos acá en la ciudad que en la montaña; por tal razón, de no dar respuesta inmediata a esta petición, todos los que dieron positivo y están aislados nos trasladaremos al centro de la capital, para morirnos en nuestro abandonado Oaxaca”.
Este 2 de de febrero, el gobierno del estado respondió a través de un comunicado que se hizo caso a la solicitud, por lo que “los servicios de salud de Oaxaca arribaron a la localidad para brindar atención”.
El apoyo que el estado hizo llegar a San Juan del Río fue una brigada compuesta por 5 elementos, 40 litros de cloro y tres moto mochilas para desinfección de zonas públicas, cubrebocas KN95, batas desechables, dos galones de gel antibacterial y se muestreo al 100% del personal. Además, se realizaron acciones de perifoneo para solicitar a la gente quedarse en cas y hacer reuniones.