Algunos piensan que ser viejo significa que las personas ya no pueden hacer muchas cosas que los jóvenes sí, como enamorarse.
Pero la historia de Marcelino y Branca nos demuestra que no es así. Con 100 y 96 años, respectivamente, acaban de casarse.
Ellos se conocieron en un asilo para ancianos hace dos años. Desde el primer momento, Marcelino sintió que Branca era el amor de su vida y empezó a conquistarla.
Después de un tiempo, Marcelino le pidió formalizar la relación y el romance se convirtió en noviazgo.
Ahora, celebraron sus nupcias con una linda boda que contó con la presencia de familiares y compañeros de la residencia en la que viven en Sao Paulo, Brasil.
La increíble historia ha llenado a Marcelino y Branca de nueva vida, gozo y juventud. Así que ya sabes, nunca es tarde para encontrar el amor.