“Normalmente soy una persona tranquila, pero este vídeo me ha dado taquicardia. ¿Qué demonios hace? Es como sostener la muerte en tus manos.” La frase es de un australiano comentando en Reddit un vídeo en el que un turista se ha salvado de morir por pura casualidad.
El vídeo lo subió un usuario llamado Alan en la red social Tik Tok este fin de semana y muestra una escena de lo más tierna. Un turista encuentra un diminuto pulpo en la orilla de una playa, lo recoge con las manos desnudas y lo deja en el agua. Tras unos instantes de duda, el animalito se despega de la mano y nada libremente. El vídeo se titula “Qué pulpo tan hermoso”.
Sin duda es hermoso. El problema es que nuestro afortunado turista estaba en Darwin, Australia, y lo que recogió con la mano es un pulpo del género Hapalochlaena, o pulpo de anillos azules. Se conocen cuatro subespecies de estos pequeños cefalópodos del tamaño de una pelota de golf. Todas ellas llevan en el cuerpo suficiente veneno como para matar a unos 26 seres humanos en pocos minutos, y no existe antídoto.
La especie, de hecho, ocupa el cuarto lugar en el ranking de animales más venenosos del mundo. Si se siente amenazado, el pulpo puede llegar a morder, y entonces ya no hay mucho que se pueda hacer. Su saliva es el caldo de cultivo de una bacteria que produce cantidades masivas de tetrodotoxina. Se trata de una sustancia que bloquea los canales de sodio en la membrana celular. Dicho de una manera más simple, el veneno produce parálisis progresiva en todos los músculos. Si la toxina alcanza los pulmones la víctima muere asfixiada en minutos. Es, de hecho, el mismo veneno que portan los peces globo, solo que más concentrado.
La supervivencia a la tetrodotoxina depende de la cantidad de veneno y en cómo haya llegado este al organismo (por contacto con una herida, mordedura, inhalación o ingestión). Los servicios de emergencia pueden intentar limitar la absorción y paliar los síntomas, pero no hay antídoto. Las bacterias que generan esta toxina son también las que le dan al pulpo sus vistosos anillos de color azul.
Existen muy pocas muertes confirmadas causadas por pulpos de anillos azules, y la razón es que son animales tímidos que prefieren huir a atacar. Los pescadores y buceadores australianos saben muy bien que es mejor no acercarse a estas delicadas criaturas. En cuanto a los turistas que visitan Australia, quizá hagan bien en no sostener animales salvajes de vivos colores, por muy indefensos que parezcan. [Reddit vía Daily Mail]