Después de múltiples estudios, concluyeron que se trataba del Hydrolagus trolli(mejor conocido como quimera azul o tiburón fantasma), un escurridizo pez que habita en la profundidad marina, y del que solo se tenía registro por los pocos especímenes muertos que llegan a las costa.
De acuerdo con los especialistas, el tiburón fantasma habita en el océano profundo -donde la luz del Sol no llega- aproximadamente entre los 600 metros y los dos kilómetros de profundidad. Se cree que es más antiguo que los dinosaurios y sus primeras versiones aparecieron hace más de 300 millones de años. Entre sus principales características destaca su color azul, su hocico puntiagudo que carece de dientes, las placas óseas con las que raspa su alimento y, sobre todo, los órganos sexuales retráctiles de los machos, que además se sitúan en sus cabezas.
Hasta ahora, se pensaba que el tiburón fantasma solamente habitaba una zona cercana al archipiélago de Nueva Caledonia, pero el ejemplar que se captó fue detectado cerca de las costas de California y Hawái. | CE