Un equipo de investigadores de la Universidad de París-Sur (Francia), dirigidos por el académico Anders Pape Møller, se dedicó a analizar los cuerpos de 3,781 pájaros muertos de 197 especies diferentes. Los cuerpos disecados de los animales fueron facilitados por taxidermistas de Dinamarca. El doctor Møller se aprovechó de que en Dinamarca la ley obliga a registrar las causas de muerte de las aves para tener datos de las autopsias de los pájaros, y conocer la masa y peso del cerebro de los especímenes.
Después de analizar los cuerpos de las aves, los expertos manejan la hipótesis de que los cazadores podrían haber vuelto más inteligentes a los pájaros. La idea anterior se basa en que las aves con cerebros más pequeños sufren disparos con mayor frecuencia. Por el contrario, aquellas que poseen cerebros más grandes en relación con su cuerpo tienen 30 veces menos posibilidades de morir por un disparo de un cazador furtivo.
El equipo de Møller cree que los pájaros con cerebros pequeños con relación a su cuerpo no tienen la inteligencia suficiente como para detectar el peligro que supone una persona armada. En pocas palabras, la intervención del hombre ha afectado la evolución de las aves.
Ésta no sería la primera ocasión que ocurre un hecho similar, una investigación anterior demostró que la pesca ha disminuido el tamaño de algunas especies de peces, porque los hombres suelen escoger a aquellos que son más grandes.
A pesar de que el estudio no es concluyente, muestra que la evolución de la naturaleza cada vez más está determinada por las acciones de los seres humanos. | CE