Francisco Orihuela Ramírez, “Paco”, se sabe un “bicho raro” dentro de su generación: el hecho de saber un poco de varios idiomas, tener gustos como la lectura y escuchar la música de Kiss no deja de ser extraño en jóvenes acapulqueños de 15 años, cuyos gustos pecan de ligeros.
Pero es un hecho, “Paco” tiene algo claro: ser el mejor mercadólogo del mundo y la venta de empanadas (receta argentina) en la playa apenas es un primer paso.
Situados en algún punto de una colonia de Acapulco (cuyo nombre omitiremos a pedido de la familia), charlamos un poco con el joven que en un par de días rompió las redes sociales con un video tomado por una pareja de chilpancingueños y difundido por el sitio de internet Ora qué cosa! en el que muestra sus dotes como vendedor.
De hecho, esas dotes lograron que Arturo Elías Ayub, mano derecha de Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, se acerque a él y su recién creada página en Facebook empiece a acumular cientos de visitas.
No obstante, el joven de apenas 15 años no pierde el piso sino al contrario, analiza la situación ve sus ventajas y disfruta contento del momento.
Al fin y al cabo es un muchacho que sabe, como Aristóteles, que adquirir desde jóvenes tales o cuales hábitos no tiene poca importancia: tiene una importancia absoluta.
PRIMER INGREDIENTE
Nos acomodamos con “Paco” bajo la sombra de un árbol, afuera de su casa; a las 3 de la tarde el sol de Acapulco le puede quitar a cualquiera las ganas de platicar, menos a él. Gustoso nos dice que nació en la ciudad de México hace 15 años, y que sus padres son Alejandro Orihuela y Auri Ileana Ramírez, mismos que nos acompañan.
Asimismo, que es seguidor del equipo de futbol América, y presume que el grupo de rock Kiss es su banda favorita y la canción I can’t stop the rain, su preferida.
Es más, está aprendiendo con ayuda de su padre a tocar el bajo y aunque aún no es momento de salir a la calle a demostrárselo a los vecinos, pronto lo podría hacer.
Paco recuerda que llegó al puerto el 4 de enero de hace dos años luego de un largo viaje en autobús desde la Ciudad de México: “llegamos como a las 11 de la noche, a conocer la casa nada más, recuerdo que me eché un baño porque sentía muchísimo calor, compramos refrescos y toda la cosa y recuerdo que mi papá me dijo: cuando amanezca ahí vas a ver el mar (señalándole el horizonte)”.
Obviamente no se veía nada, era de noche, añadió, así que “nos amanecimos, él (su papá) estaba tocando la guitarra, estábamos cantando y todo cuando nos amaneció y vi el mar vi todo padrísimo, un amanecer padrísimo”.
Ahora lo mismo se sumerge en las aguas de Puerto Marqués para ayudar a sacar ostiones, que él mismo saca almejas por Las Hamacas, que nada en Caleta o Caletilla y de Revolcadero recuerda “sólo las revolcadas que da el mar, pero es divertido” y ríe.
“Me adapté, y me siento feliz con mi hermano, con mi mamá, con mi papá”, afirma con orgullo pero acepta ser poco social y tener pocos amigos.
SEGUNDO INGREDIENTE
Las ventas no son algo desconocido para Paco, su padre nos revela que quizás sea un don; desde más chico, cuando estudiaba la primaria, lo mismo vendía dulces que lápices o cualquier otra cosa que pudiera, por lo que el asunto de las empanadas es un avance nada más.
“Empecé con eso cuando llegamos, a lo mejor hace un año y medio y cuando empecé, empecé mal, pero las empandas terminaron por pegar, por funcionar, se venden bien”, incluso antes del video, dice.
Un día normal de su vida consiste en levantarse entre 6 y 7 de la mañana para preparar él mismo las empanadas; “al que madruga Dios le ayuda”, resalta “me salgó de casa 10 y media, 11, y vendo en la bahía, desde el Gran Hotel hasta el Calinda, esa es mi ruta, siempre” pero depende de las ventas el que termine temprano o vague hasta tarde por la playa.
Su trabajo se alarga hasta la noche: “básicamente hasta las 8 de la noche puedo ir regresando a la casa donde llego, me cambio, platicamos en familia, leo un poco (…) Ahorita estoy leyendo Piense y hágase rico, de Napoleón Hill” y antes algo de Og Mandino; “todo libro es bueno”, dice sonriente.
TERCER INGREDIENTE
De un día para otro el trabajo y la forma como Paco lo desarrolla desde hace año y medio se volvió viral en las redes sociales.
Un video que grabaron en una playa acapulqueña y subieron a las redes sociales los chilpancingueños Rafael Rodríguez Mera y su esposa Verónica Díaz Muñiz y que después se subió a la plataforma de internet Ora qué cosa! (propiedad del periodista Arturo Solís, colaborador de este diario), pasó del domingo de unos cuantos cientos de visitas y reproducciones a miles y después a millones gracias a la original forma en que el jovencito aborda al cliente, de hacerlo que las empanadas se deshicieran en su boca incluso antes de que las compraran y a sus dotes de ofrecer una respuesta a cualquier pregunta.
Unas 11 millones de personas ya han visto el video, y acepta que no ha ido a vender en estos días por lo abrumador que resultó verse en las redes sociales de un día para otro y ser de pronto tan conocido.
No obstante, visionario, asegura que mientras tanto acepta las entrevistas viéndolas como una inversión a largo plazo; “la casa nunca pierde”, bromea, sonríe y disfruta de la charla.
–Imagino, regresarás a trabajar…
–Claro, pues después del video las cosas cambiaron, se conoció gente, se consiguieron contactos y bueno ahorita mis papás hablaron con (Arturo) Elías Ayub y bueno todo eso son oportunidades; se aceptan inversionistas, claro, cómo no, como en todo”.
“No se necesita la labia, sino la actitud; tú reflejas una imagen al cliente y si él se da cuenta de que tienes ganas te apoya, dice este tiene algo diferente; se dan cuenta (…)” y aceptó estar consciente de esa situación para aprovecharla.
“Ahora todo el mundo te saluda, como que parece que eres amigo de todos, eso es padre” pero habrá que tomarlo con reservas, agrega con cierto dejo de madurez.
Antes de que demos por concluida la charla le preguntamos qué podría decirle a los de su generación.
“Que los chavos y las chavas de mi edad cambien su visión (sobre la vida) o si tienen una ya que se ciñan a ella, que tengan un sueño y que lo cumplan, que el mío es ser el mejor mercadólogo de Acapulco, del mundo, el mercadólogo de futuro”.
EL INGREDIENTE SECRETO
Alejandro Orihuela, padre de Paco, mira a su hijo a la distancia, orgulloso y sabedor de que él lo disfruta.
Sin embargo acepta que resulta abrumador que las redes sociales lo hayan vuelto tan popular. Quizá demasiado.
Otrora periodista del Novedades en la ciudad de México, conductor de radio y ahora en redes sociales como free lance acepta que su hijo es especial y se sabe “culpable” de ello.
“El chavo es un autodidacta, está habituado a la facilidad de palabra y siempre lo ha tenido y es un don pero con nuestro trabajo se lo hemos ido fomentando, por ejemplo mi mujer es productora; le gusta mucho leer y ahora está muy clavado con esto de la mercadotecnia y resulta que casi no usa gadgets como el resto de su generación”.
“Realmente él es más de cine de arte, setentero, apenas vimos Tutsie de Dustin Hoffman, tiene mucho sueños, ideas, pero muy bien cimentadas porque tiene una base cultural”, agrega.
Reveló que apoyaron la decisión de Paco de hacer un alto en su formación escolar secundariana y no ir a la escuela por el momento: “por todo lo que está sucediendo en las escuelas; la mayoría de las chavos de su generación no son como él y él (Paco) lo sabe).
“Son chavos con muchos problemas, mucha violencia, mucho bullying; antes de venirnos estudiaba la secundaria, tercero, y vio muchas cosas por lo que él prefirió otra manera otro estilo de vida y nosotros lo apoyamos”.
Luego de recordar que Paco vendía desde muy temprana edad, en la primaria, “y se empezaba a ganar su lanita él solo”, reveló que un buen día le enseñó por gusto hacer empanadas con una receta original argentina y le llamó la atención para hacer negocio.
Así, hasta la aparición del famoso video y sus consecuencias.
Al respecto, abunda que efectivamente recibe llamadas del yerno de Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, Arturo Elías Ayub.
Obviamente ofreció cosas, dijo el señor Alejandro, pero aclara que “te soy franco, esto ha sido demasiado para nosotros, algo muy nuevo; no buscamos nada, no pedimos apoyos ni ayudas, no queremos lucrar con esto (…) si el chavo ve que queremos hacer negocio con esto la magia se pierde automáticamente y se lo dije así al señor Arturo Elías Ayub”.
“Esto es por su carisma, no tanto por las empanadas y como padre ha sido muy sorpresivo, pero para nosotros lo que sigue es que Paco lo disfrute, que lo bientome, que se dé cuenta de que son fenómenos mediáticos que de pronto suceden y se habitúe y seguirá lo que la propia inercia vaya dando, mientras más cómo lo veamos lo dejaremos que sea”. | Sin Embargo