Este 19 de octubre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, por lo que se comparte lo que toda persona, en particular del sexo femenino, debe saber sobre esta enfermedad.
QUÉ ES
El cáncer de mama es una enfermedad que mata silenciosamente física, psicológica y socialmente, al afectar los sistemas de salud, la familia y la sociedad.
80% de las patologías que afectan la glándula mamaria son benignas, es decir, no causan daño, y menos de 20% es maligna, pero es la que más número de muertes ocasiona en el mundo.
El cáncer de mama, según la Secretaría de Salud federal, puede llamarse también cáncer de seno y es el crecimiento desordenado de células en las glándulas mamarias que generalmente se detecta como un bulto. Se desconoce la causa que lo origina, sin embargo, hay algunos factores que influyen para prevenir esta enfermedad, como el sexo al afectar más a mujeres que a hombres.
El riesgo de padecer cáncer de seno aumenta con la edad. Cerca de 18% de los casos se diagnostican en las de 40 a 49 años de edad, alrededor de 77% en las mayores de 50 años en el momento del diagnóstico. Aunque se han presentado casos entre los 20 y 30 años de edad.
Otro factor que influye es el genético o hereditario, porque el riesgo es más alto entre las mujeres cuyos familiares consanguíneos cercanos tienen esta enfermedad, o antecedentes personales de cáncer de seno, ya que la posibilidad de un nuevo cáncer en otra parte o en el otro seno aumenta de tres a cuatro veces.
También hay más posibilidad de desarrollar esta enfermedad si los periodos menstruales comenzaron antes de los 12 años o la menopausia se presentó después de los 50 años; no tuvieron hijos o que tuvo el primero después de los 30; uso de anticonceptivos orales, ingestión de bebidas alcohólicas, obesidad, especialmente en las mujeres que han pasado por la menopausia, ya que el exceso de tejido adiposo aumenta los niveles de estrógeno e incrementa la probabilidad de padecer cáncer de mama.
Durante las primeras fases de la enfermedad se presenta una nudosidad o endurecimiento en una zona del pecho acompañada de una sensación de tensión o pesadez. La mayoría no presenta dolor o algún otro síntoma de alteración del estado de salud y se encuentra bien en el momento del diagnóstico.
En fases avanzadas de la enfermedad, los síntomas son variados y dependen del tamaño y extensión del tumor, el cual en esta etapa se palpa claramente en la zona afectada e incluso los ganglios de las axilas aumentan de tamaño.
SEÑALES DE ALERTA Y PREVENCIÓN
Las señales de alerta son una masa, bolita dura o engrosamiento en cualquier parte del seno o en el área de la axila, cambio de tamaño o forma del seno, hoyuelos o arrugas en la piel, hinchazón, enrojecimiento o calentamiento que no desaparece, dolor que no cambia con su ciclo menstrual, retracción en el pezón o cualquier otra parte, secreción del pezón que comienza repentinamente y aparece solo en uno de los senos y picazón, llaga o área escamosa en uno de los pezones.
Se recomienda examinar los senos a partir de los 20 años de edad, ya que una de cada diez mujeres podría presentar cáncer de mama en algún momento de su vida, siendo más frecuente entre los 40 y 65 años de edad y 95% de los casos se puede curar, siempre y cuando la enfermedad sea detectada en estadíos tempranos.
ESTADÍSTICAS EN LA REGIÓN Y EN EL PAÍS
En 2014, Coahuila se ubicó entre los diez estados con mayor mortandad de este tipo de cáncer a nivel nacional. En 2015, la incidencia de tumor maligno de mama entre la población de 20 años y más es de 14.80 casos nuevos por cada 100 mil personas.
En 2014, del total de casos de cáncer diagnosticados en la población mexicana de 20 años y más, el de mama fue el de mayor presencia, con 19.4 por ciento.
Cabe destacar que en el mismo año, había 689 mastógrafos a nivel nacional en instituciones públicas de salud, de los cuales 6.1 por ciento corresponden a unidades móviles.
Con Información de El Siglo de Torreón