Es cierto, el desayuno es la comida más importante del día porque te da el impulso que necesitas para iniciar bien tus actividades. Pero no se trata de cualquier desayuno.
Si bien es cierto que es mejor desayunar algo a no desayunar nada en absoluto lo más importante es no excluir la proteína.
La cantidad de proteína que necesita una persona varía de acuerdo con el estilo de vida, sin embargo, en términos generales, se recomienda 1 gramo diario por kilo de peso corporal.
Es error común que se nos pase incluir la proteína en el desayuno, y en lugar de comer un huevo o un poco de queso, sólo tomemos una dona y una café pero, ¿sabes lo que pasa si no incluyes proteína?
Durante las mañanas prevalecen las hormonas que convierten los alimentos en energía y regeneran la masa muscular. En este momento del día, nuestro organismo está controlado por el cortisol, y es el que se encarga de convertir las proteínas en energía.
Así, al desayunar queso, leche, pollo, atún o huevos (alimentos ricos en proteína) estamos contribuyendo a preservar nuestra masa muscular, incrementar nuestra concentración mental, evitar la sensación de hambre por muchas horas y aceleramos nuestro metabolismo.
De acuerdo con un estudio publicado por la Universidad de Tasmanai (Australia) en la revista American Journal of Clinical Nutrition, tanto los niños como los adultos que se saltan la primera comida del día tienden a comer peor y hacer una vida más sedentaria.
Así que ya lo sabes, existen dos reglas importantes para el desayuno: 1) no te lo saltes y 2) incluye proteína.