Richard Emmons tiene 83 años y le gusta pasar los fines de semana al volante de un convertible Jaguar 1995 con un gran motor de 12 cilindros. Durante la semana conduce un Volkswagen Eos 2009 o el sedán Audi A8 de 82 mil dólares que compró en noviembre.
Después de todo, el octogenario necesita algo confiable para su traslado de 16 kilómetros a la planta de Pratt Whitney ubicada en Windsor, Connecticut, donde trabaja tiempo completo como ingeniero aeronáutico. “El retiro no es lo mío”, dice Emmons. “Ya no tengo muchos hobbies. Sólo me gustan los autos e invertir”.
Los ancianos estadounidenses nunca han sido más ricos ni han gozado de mejor salud. Al mismo tiempo, los autos nunca han contado con tantos elementos destinados a proteger a los conductores que tienen mala vista, reacciones más lentas y cuello más rígido. Esas fuerzas han creado un motor económico poderoso para las compañías automotrices. Podría ser la primera vez que uno de los segmentos demográficos más prometedores de la industria automotriz está representado por beneficiarios de la Seguridad Social.
“La verdad”, dice Mark Hans-Richer, el máximo responsable de marketing de Harley-Davidson, “es que vendemos motocicletas nuevas a hombres de ochenta y tantos años todo el tiempo”.
Las carreteras de Estados Unidos encanecen. Entre 2003 y 2013, la cantidad de conductores de más de 65 años creció un 29 por ciento (8.2 millones), según datos del Censo del país. Los muy mayores se mostraron particularmente empeñados en seguir adelante. En la actualidad hay unos 3.5 millones de conductores de más de 84 años en Estados Unidos, un asombroso aumento de 43 por ciento respecto de hace 10 años.
En el otro extremo del espectro, los adolescentes ya no tienen el ingreso necesario para tener un auto ni la inclinación por poseerlo. En ese mismo período de 10 años, las filas de los conductores menores de 20 años se redujeron un 3 por ciento.
'LOS MADUROS'
No sólo siguen al volante durante más tiempo, sino que lo hacen en nuevos modelos. En los últimos cinco años, la cantidad de autos nuevos registrados en hogares a cuyo frente está una persona de 65 años o más ha crecido 65 por ciento, según IHS. Los conductores de más de 75 años, por otra parte, registraron seis veces más autos nuevos que los de entre 18 a 24 años. Los hijos podrán ser el futuro, pero los ancianos tienen el dinero, y quieren usarlo antes de que sea demasiado tarde.
Ben Winter, vicepresidente de planificación de producto de Fiat Chrysler Automobiles, llama a estos clientes “los maduros”. Tienden a preferir minivans para pasear a los nietos y sedanes grandes como el Dodge Charger y el Chrysler 300 de la compañía. “No ignoramos a ningún grupo, pero hay mediciones insoslayables”, dice Winter. “Yo diría hablamos de este grupo mucho más que antes”.
Por otra parte, gastan cada vez más. CarGurus, una plataforma de compras online con sede en Boston, señaló que el vehículo número uno que buscaron los ciudadanos mayores en su sitio en los últimos años es el Chevrolet Corvette. “Es gente que parece tener gustos exquisitos en autos en la actualidad”, explicó el editor de CarGurus, Steve Halloran. “No están en busca de gangas”. | elFinanciero