Le planteamos este dilema al sitio de preguntas y respuestas Quora, y estas fueron algunas de las respuestas más resaltantes.
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Preparando el terreno
Una de las respuestas recogidas por Quora viene de Michael Church. Para él, hay dos factores a tomar en cuenta al momento de tomar una decisión: cuánto estas aprendiendo en ese puesto y qué está aportando al desarrollo de tu carrera profesional.
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Church comenta las diferentes interpretaciones que tiene la permanencia en una oficina, desde ocho, 18, 48 y 72 meses (6 años).
"Irse en menos de ocho meses se ve terrible, a menos que tengas una razón objetiva", dice. Eso daría la impresión que la persona no pasó la evaluación de los seis meses o no tuvo condiciones para mantenerse en esa posición.
"Lo socialmente aceptado son 18 meses. Ese período da la impresión que sobreviviste a la evaluación y al período de estabilización en el cargo", explica.
"Cuatro años (48 meses) es una muestra clara de capacidad para cumplir una función. Tu salida se vería mal sólo si hubiese algo que evidenciara que estabas desempeñándote deficientemente o estancándote".
"Si al cumplir seis años (72 meses) no se vislumbran ascensos o que te asignen proyectos interesantes, tu posición comienza a verse afectada, porque da la impresión que se trata de una persona sin ambiciones profesionales, y aunque no es tan mala como para ser despedida, es percibida como mediocre", agrega Church.
Si llegado este punto vienes recibiendo ascensos, no hay límites a la estadía en ese trabajo.
En defensa de la estabilidad
Sin embargo, no todo es saltar de un cargo a otro. La estabilidad también tiene su valor
"A una persona le toma un promedio de dos años el aprender todo lo relacionado con un cargo en una oficina competitiva. Si eres realmente bueno, serás promovido. Si no eres promovido, deberías irte sólo si odias tu trabajo o se te presenta una oportunidad dorada", escribió en Quora Teodor Dumitrescu.
También hay que tener en cuenta que muchos cambios en un corto período es un esquema que levanta suspicacias entre los caza talentos.
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"Una de las cosas que encienden las alarmas de un gerente general o un director de recursos humanos es ver a alguien con tres trabajos en menos de cuatro años", comentó Matt Mickiewicz.
En su opinión, "o eres de las personas que se aburren rápidamente, o son despedidos por bajo desempeño, o no tienes ninguna lealtad por la empresa y abandonas el equipo sin importar los problemas que tu salida puedan generar, particularmente en equipos pequeños".
No hay fórmulas mágicas
Frente a los argumentos a favor de los cambios o de la estabilidad, al final conviene tener en consideración que contratar a alguien es algo subjetivo, y algunas reglas están ahí para ser quebrantadas.
Una de las cosas que encienden las alarmas de un gerente general o un director de recursos humanos es ver a alguien con tres trabajos en menos de cuatro años
Jeff Ronne recuerda el caso de un gerente que revisaba dos currículos. Ambos candidatos tenían ocho años de experiencia y el mismo nivel académico. Uno tenía cuatro trabajos donde había permanecido dos años y el otro tenía dos en los que había durado cuatro años.
¿Quién era el mejor candidato?
"El gerente pensó que la persona con los dos trabajos estaba bien, pero prefirió la diversidad de la experiencia del que había tenido cuatro trabajos", relató Ronne.
"Tener un gran número de trabajos demuestra flexibilidad, versatilidad y adaptabilidad. Si estás en una compañía por mucho tiempo, asegúrate de desarrollar algo significativo, y luego busca un reto nuevo e importante", agregó Ronne.
Sigue tu corazón
Al final, no es el tiempo, sino la experiencia, lo que cuenta.
Vistas las experiencias anteriores, quizás el factor determinante para tomar una decisión es preguntarse a uno mismo qué tanto disfrutas tu trabajo.
"Si no te gusta tu trabajo, deberías irte. Fin de la discusión", indicó Stefan Von Imhof.
En sus palabras, "intentar definir un período mínimo de permanencia en un cargo es un chiste. Algunos han tratado de establecer unas reglas sobre cuando está bien renunciar, pero eso es una tontería".
En opinión de Von Imhof, esta es una discusión sobre tu vida, y no debes vivirla de acuerdo con las reglas de otras personas. Si un trabajo no es el adecuado para ti, vete cuando quieras. Hazlo con total confianza en tu decisión.
"Si un empleador te pregunta por qué te fuiste luego de dos meses o dos días de contratado, dile la verdad. Cuéntale lo que estás buscando. Dile por qué tu anterior trabajo era horrible, qué aprendiste y por qué este nuevo empleo es diferente. Hazlo con confianza y muestra seguridad en ti mismo", aconseja Von Imhof. [BBC]