El espanglish “es la prueba de una nueva civilización dentro de Estados Unidos”, asegura el escritor y ensayista mexicano Ilan Stavans. “Porque más allá de ser una lengua más, nos referimos a una lengua que es hablada por más de 60 millones de personas que son y no son gringos, que son latinoamericanos y no del todo”.
Sesenta millones es una cifra importante, asegura el también lexicógrafo, que en 2015 podría publicar la traducción completa de El Quijote al espanglish y una segunda versión, pero en formato de novela gráfica.
Un dato relevante sobre el mundo de los espanglishparlantes es que forman la tercera concentración más grande del mundo hispano, pues muchos de éstos no se comunican en inglés o español, sino en espanglish, señala el académico de universidades como Columbia y Amherst, en Estados Unidos.
“Así que estoy absolutamente seguro de que éste es un fenómeno cultural-lingüístico-político de alcance inusitado, que ya tiene una gran influencia a nivel social, cultural y que sin lugar a dudas también la tendrá en el futuro.”
Futuro que apoya en dos datos adicionales: la inexistencia de un solo espanglish y el conteo de seis mil voces pertenecientes a esta lengua que históricamente ha sido rechazada por el mundo académico. “A lo largo de la última década he recopilado, junto con un equipo de trabajo, al menos seis mil voces ligadas al espanglish”, precisa.
¿Por qué no existe un espanglish?, se le cuestiona. “Tal como existe el español de Argentina o de México, el español de Tepito o las Lomas… lo mismo ocurre con éste”.
Significa que existe un espanglish que se difunde a través de los medios de comunicación, otro con ligado a los puertorriqueños o mexicanos, y dentro de éstos se aprecian algunas subdivisiones, aclara.
Por ejemplo, entre los inmigrantes mexicanos hay un espanglish geográfico: el de Texas, California, Nueva York, Florida; el espanglish histórico que camina a lo largo de los siglos XVIII y XIX, o el de la primera generación de inmigrantes.
¿Qué sucede en los medios de comunicación?, se le inquiere. “No es lo mismo el espanglish que se escucha en Univisión que el de Telemundo influenciado por una base caribeña”.
¿El espanglish responde a una necesidad lingüística en Estados Unidos?, se le cuestiona. “¡Absolutamente! Es una fuerza que representa una visión utilitaria de las cosas. Muchos de nosotros no pasamos por salones de clase para aprenderlo, muchos sí, otros llegamos con un diccionario bajo el brazo, pero en esencia hablamos lo que podemos para sobrevivir y al hacerlo gestamos un idioma que es nuestro”.
¿Cómo es hoy la recepción del espanglish en Estados Unidos? “En un país con 330 millones de personas, la recepción cambia de acuerdo con la posición política, el medio académico… pero en general este país es más abierto a las lenguas híbridas que en el mundo hispánico.
“La recepción es distinta en Estados Unidos, América Latina y España. En Estados Unidos es un fenómeno fascinante, con una tracción puesta a prueba en el mercado; América Latina mantiene los ojos abiertos pero mantiene distintas posiciones; y en España el rechazo es muy fuerte, porque su visión es cerrada y así lo demuestra desde el español mismo, pues aún hoy no acepta muchos argentinismos ni mexicanismos”, asevera.
El Quijote
Hace poco más de una década, en 2002, Ilan Stavans publicó la traducción de la primera parte de El Quijote al espanglish. Ese acto causó una controversia inmediata.
“¡Fue una reacción impresionantemente polarizada! Mucha gente pensó que era una vergüenza, una desgracia, una tragedia y que yo no debía describirme como maestro porque estaba pervirtiendo y prostituyendo la lengua”, reconoce.
Pero otras más pensaron que era una manifestación clara de un fenómeno que no había sido reconocido, que finalmente tenía un representante y una obra que la reclamara. Así que mientras unos lo abucheaban, otros le aplaudían.
“Las controversias no se hicieron esperar. Hubo notas en los periódicos, programas de radio, debates, confrontaciones e incluso la Real Academia de la Lengua Española (RAE) publicó en una carta que yo era una vergüenza y no se me debía prestar atención”, rememora.
Al principio, también la Academia Norteamericana de la Lengua rechazó esta traducción, “ahora mantiene una posición más a la expectativa, quiere ver qué sucede en lugar de simplemente descartar”.
En los siguientes años, Ilan Stavans publicó algunos fragmentos más de El Quijote. Lo hizo en revistas y periódicos, “pero hasta hace poco terminé la traducción de toda la novela, así que ahora estoy en proceso de corregirla y, de forma simultánea, he traducido fragmentos de William Shakespeare, la Biblia y otras obras en inglés y español”.
¿Cómo asume la traducción al espanglish? “Como una forma de apropiación. Cada época ha hecho su propia traducción del Quijote al inglés. Ahí está el Quijote victoriano, el isabelino, el moderno, el de la Segunda Guerra Mundial, etcétera. Y pienso que si somos 60 millones de espanglishparlantes, por qué no podíamos tener nuestro propio Quijote”.
A lo largo de estos años, algunos periodistas le me han preguntado a Stavans si Cervantes se sentiría avergonzado de su traducción. Pero él se mantiene firme. “Yo creo que no. Se sentiría dichoso porque una vez más tiene la capacidad de ser leído o comentado en otra zona lingüística. Además, no me importa mucho qué hubiera pensado Cervantes, pues El Quijote es de todos.”
¿Cuándo publicará el volumen completo? “Si me animo a realizar la última corrección podría ser en 2015, además ya hay dos editoriales interesadas. Pero también estoy pensando en usar esta misma traducción para convertirla en una novela gráfica”, concluye.
Con Información de Excelsior