En medio de la pandemia por el Coronavirus usar productos como pipas, vapers y consumir tabaco podría suponer un riesgo latente para la salud.
El consumo de tabaco, cigarrillos, pipas y vaporizadores logra endurecer las arterias, causa inflamación y daña el ADN, por lo que con la presencia de un virus tan letal, como lo es el causante de la COVID-19, las personas que suelen fumar con regularidad formarían parte de la población más vulnerable.
Aunque haya quienes crean que las pipas de agua o las pipas comunes reducen el riesgo de un cigarrillo tradicional, las afecciones para el cuerpo humano siguen siendo las mismas, reduciendo solo en un mínimo el porcentaje de la ingesta de químicos contenidos en el tabaco.
Aquel tipo de tabaco que se denomina orgánico también supone un peligro lejos de considerarse una buena alternativa, pues, como lo publicó la revista European Heart Journal de la Sociedad Europea de Cardiología, los efectos de todas las formas de fumar son letales para el organismo.
Tanto fumar como vapear expone al consumidor a una mayor probabilidad de contraer COVID-19, sin mencionar que los síntomas en la comunidad de fumadores serían aún más terribles.
Independientemente del método que se use para esta actividad, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, La Administración de Alimentos y Medicamentos y la Sociedad Europea de Cardiología alertan a la población para alejarse de este hábito, si no de forma definitiva, sí por un periodo temporal.
Entre las consecuencias que tiene el fumar, sea la vía por la que se realice, se enlistan los derrames cerebrales, ataques cardíacos y el desarrollo de cáncer de pulmón, además de afectaciones en el sistema inmunológico.
De acuerdo a la investigación y en comparación con los no fumadores, “los cigarrillos de tabaco aumentaron el riesgo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en un 704% (buen nivel de evidencia), las pipas de agua en un 218% (fuerte) y cigarrillos electrónicos en un 194% (buena). Los cigarrillos y pipas de agua aumentaron el riesgo de cáncer de pulmón en un 1.210% (fuerte) y 122% (fuerte) respectivamente”.
Por lo tanto, los efectos del tabaquismo y vapeo en las infecciones por COVID-19 generan una mayor carga sintomática en los pacientes, reduciendo casi al mínimo sus posibilidades para combatirlo.
Al igual que la OMS lo alertó, los participantes de este estudio afirman que el uso de vaporizadores o pipas de agua podría aumentar el riesgo de contraer coronavirus, por lo que en su trabajo señalaron:
“No hay duda de que dejar de fumar es y seguirá siendo el enfoque más poderoso para prevenir la enfermedad cardiovascular y respiratoria inducida por fumar. Esto puede ser aún más importante a la luz de la pandemia de COVID-19 como el uso de productos de tabaco probablemente aumenta el riesgo de complicaciones cardiovasculares y otras complicaciones graves asociadas con COVID-19 en fumadores y vapeadores”.