Cuando salimos de la regadera o simplemente nos lavamos las manos, solemos agarrar la toalla personal, de cuerpo o manos sin tomar en cuanta las enorme cantidad de bacterias que ahí se acumulan. Pensamos que al secarnos ya estamos completamente limpias o limpios, sin embargo, nos empapamos de gérmenes, células muertas y hasta hongos que se generan por la humedad del espacio donde normalmente las tenemos. De ahí la importancia de saber cuándo lavarlas.
Según el sitio Sience Alert, debemos utilizar las toallas con las que nos secamos tres días, o mejor aún, tres veces como máximo. Por ejemplo la toalla de cuerpo puede que la ocupemos una vez al día pero la de manos es posible que pase de las 5 veces, más ahora que debemos lavarnos las manos constantemente.
¿Pero por qué cada tres veces? Simplemente por la acumulación de bacterias que, entre más usemos la misma toalla, más se reproducen elevando así el riesgo de contaminarnos, contraer infecciones estomacales, o infecciones en la piel y cuero cabelludo, más si tenemos alguna herida abierta que pueda desatar otro tipo de enfermedad.
Y claro, cuando hablados de poder usar las toallas tres veces únicamente, es importante apuntar que cada uno de estos usos se dé después de haberla dejado secar apropiadamente en un lugar seco, con exposición al sol y libre de algunas bacterias. También, reconocer cuando una toalla desprende olor a humedad es importante ya que se recomienda lavarla y no ocuparla hasta limpia, no importa si solo le has dado un uso. Esto para que los gérmenes y hongos no se proliferen.
Finalmente, muchos expertos recomiendan lavar la toallas con el jabón o detergente común, y un poco de vinagre blanco en vez de suavizante.
El vinagre elimina olores y mata las bacterias y hongos, mientras que el suavizante funciona como “impermeabilizante” para la toallas, lo que evita que te puedas secar mejor la próxima vez que las vayas a usar.
Así que ahora conoces la respuesta. El uso de toallas no debe ser mayor a tres veces o días, dependiendo de la toalla. Hay que dejarlas secar muy bien antes de volverlas a ocupar o guardar en el baño, y a la hora de lavar, un chorrito de vinagre es la mejor opción.