El henequén, conocido como el oro verde, es una planta que podría llegar a tener una nueva época dorada, si logra el objetivo de sustituir al plástico.
El henequén o sisal es una planta nativa de Yucatán conocida como ki y de donde se extrae una fibra que puede procesarse para distintos usos.
Hasta mediados del siglo XX, el amarre de las embarcaciones dependían de esta industria, así como el embalaje de paja para alimentar al ganado.
El henequén básicamente se usaba para distintos cordeles y textiles.
Heneqén como sustituto del plástico
En la actualidad, se trabaja el henequén con el el objetivo de darle nueva vida y sustituir el plástico con otros productos menos contaminantes como este.
Un grupo de investigadores del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) de Querétaro, trabaja en el desarrollo de polímeros hechos a partir de esta planta, y que podrían sustituir el uso de fibras sintéticas para fabricar materiales de automóviles.
“La idea fue utilizar materia prima mexicana, como el henequén, y reemplazar productos contaminantes derivados del petróleo que tardan mucho en biodegradarse”, destacó el doctor Alejandro Manzano Ramírez, titular de la investigación.
Con una mezcla de henequén y fibra de vidrio lograron fabricar material para automóviles, el cual pudo cumplir con buenos estándares de calidad.
Las fibras del henequén se caracterizan por ser fuertes, rígidas y dúctiles, con potencial para usarse en múltiples aplicaciones.
La fibra de henequén se une a otra fibras naturales como la caña de azúcar, el coco o la yuca, que se usan también en la industria automovilística y en la construcción en países como Brasil y Colombia.
El henequén podría volver al tiempo en el que ocupaba un lugar importante en la economía del país beneficiando de paso al mundo.