Te acuestas más tarde de lo habitual, tardas mucho en dormirte, te despiertas sobresaltada varias veces a lo largo de la noche e incluso en ocasiones tienes pesadillas. Te suena, ¿verdad? Como a ti, a la mayoría de las personas que llevan en casa desde hace más de un mes les está afectando este encierro ala calidad del sueño.
La preocupación por todo lo que está sucediendo durante la pandemia por coronavirus, el abandono de las rutinas, el estrés por el contexto laboral, los cambios en la alimentación, la falta de actividad física en muchos casos y la aparición de nuevos hábitos son solo algunos de los factores que provocan que el cuerpo no esté descansando como necesita.
"Ahora más que nunca es necesario cuidar la calidad del descanso para reparar el estrés aparecido durante el día", recomienda la psicóloga Mónica Dosil, miembro de la plataforma que une a profesionales sanitarios con pacientes Doctoralia. Quien confirma que el confinamiento está produciendo alteraciones a la hora de dormir en gran parte de la población e incluso está modificando por completo nuestros sueños.
"Se ha observado que el contenido de los sueños tiene que ver con los temas que son relevantes para el soñador. Hay una tendencia asoñar con temores y/o con anhelos", explica la doctora, quien recuerda que "ocurre muchas veces que la persona no es consciente de aquello por lo que está preocupado, y en el sueño aparece esa preocupación que de alguna forma no se había permitido aceptar en su vigilia".
Buenas Noches Feliz Descanso
Por tanto, si eres de las que sueñas con aspectos relacionados con el coronavirus, con cosas que suceden en tu hogar o cualquier otra cosa enmarcada en este contexto es evidente que estás afectada por el estrés consecuente al confinamiento como es lógico. En cambio, si te encuentras bien y tranquila es muy probable que tus sueños estén relacionados con tu vida anterior porque sientes esa necesidad de retomar tu libertad y todo lo que eso conlleva.
Si perteneces al primer grupo, notarás además que tu descanso es mucho peor porque, tal y como cuenta Mónica Dosil, "el cerebro ha registrado un estrés durante el sueño y ello produce un efecto de cansancio en el cuerpo. Si recuerdas sueños que no han sido de malestar significa que durante la noche o por la mañana has despertado en la fase REM que te permite recordarlos pero no tiene porque haber afectado a tu descanso. La calidad del sueño, sus ciclos y como despiertas por la mañana son los factores que determinan si recordarás más o menos los sueños (...). Recuerdas el sueño si despiertas durante la fase REM. Otras veces lo recuerdas porque tuvo emociones muy intensas y quedó grabado en tu memoria y otras veces no lo recuerdas porque el sueño no ha producido ninguna emoción especial".
Consejos para Dormir mejor
Recuerdes lo que sueñes o no, lo importante en estos días de incertidumbre es tratar de tener un buen descanso. "Dormir bien nos ayuda a tener vitalidad, atención y concentración", advierte la psicóloga Patricia Ramírezal tiempo que recuerda que puntualiza que "los principales motivos por los que no dormimos bien están relacionados con malos hábitos, como robarle horas al sueño y acostarnos tarde, no contar con una rutina y disciplina por la noche o no tener una buena higiene del sueño".
La experta nos ha recordado que el sueño reparador es una fuente de vitalidad, felicidad y salud a la que no debemos renunciar y para ello, con su ayuda y la de Mónica Dosil, hemos recopilado una serie de consejos para poner en práctica y que te ayudarán a conseguirlo.
- Establece una hora aproximada para dormir. Ambas expertas coinciden en que no debes robarle horas al sueño, tendrás que renunciar a un rato de ocio pero tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán. Aunque te parezca impensable, si te acuestas entre las 21 y 22 favoreces el descanso y la conciliación del sueño.
- Anota todo lo que tengas pendiente o te preocupa. Si eres de las que se tumba en la cama y empieza a recordar su lista de tareas para el día siguiente, sigue este consejo de Ramírez: "para que tu mente se quede tranquila y sepa que no te vas a olvidar de nada, te animo a tener en la mesita de noche un bolígrafo y una libreta en la que anotar tus carpetas pendientes. Así tu cerebro podrá permitirse el lujo de relajarse".
- Practica técnicas de relajación. Meditar puede ser una manera genial de aprender a dejar la mente en blanco que te ayudará a conciliar el sueño pero también cualquier técnica de relajación muscular que te impulsará al descanso.
- Haz una cena ligera. La alimentación también es clave para dormir bien. Evita comer mucho o elaborar platos con alimentos demasiado pesados porque no harán más que hacerte sentir peor.
- Crea una rutina de sueño. Al igual que le ocurre a los bebés, puede que lo que mejor le venga a tu mente es que la domestiques en esta tarea. "Las rutinas nos dan seguridad. Están formadas por una concatenación de hábitos. Y los hábitos nos facilitan la vida porque nos ayudan a no pensar. De tal manera que cuando inicias el primer hábito, por ejemplo ducharte por la noche, tu mente ya sabe qué sigue a continuación (...). En el momento en el que empieza el primer paso, tu cerebro ya sabe que en dos horitas le tocará dormir. Y así se prepara para ello", esclarece la psicóloga Patricia Ramírez.
¡Feliz descanso, buenas noches!
