La jardinería es un acto de amor puro y las mujeres que disfrutan de ello lo saben mejor que nadie. Y es que no solamente se trata de tener plantas o flores en casa para decorar un espacio, sino también de hacer que la energía fluya y sobretodo, de sentirte feliz cuidando de otros.
La dedicación que le pones a tus plantas, hace que tengas un brillo especial frente a los demás. Tu energía se siente diferente y sobretodo, te vuelves más atractiva porque posees virtudes que te hacen única.
Si tu plan perfecto es quedarte en casa cuidando de tus hermosas suculentas o hablándole bonito a tus flores cada vez que las riegas o las pones al sol, entonces tienes cualidades que te hacen irresistibles. Tienes paciencia, visión, creatividad, sabiduría y amabilidad; eres capaz de dar amor incondicional como nadie más lo hace.
La jardinería te ha dado la capacidad de hacer conexiones profundas. Una base para una relación duradera es un vínculo profundo entre dos partes. Existe un equilibrio perfecto entre tu mente y tu corazón, lo que hace que generes vínculos fuertes con otras personas. Tienes muchas probabilidades de encontrar a alguien que te haga sentir igual de especial.
Sabes cuidar de otros seres vivos y eres consciente de sus emociones por lo que otros hacen que quieran estar contigo. El amor fluye por tus venas y eso lo transmites a través de tus buenas acciones hacia tus plantas y seres queridos.
Cuando amas la jardinería, tienes una tendencia natural a cuidar a los demás. Haces que los demás se sientan protegidos y amados, en los mejores y peores momentos de la vida y eso te vuelve atractiva.
Por si fuera poco, la jardinería hace que tengas una buena salud mental y física. ¡Es muy estimulante! Esto hace que te sientas más feliz y sana por lo que otros serán capaces de percibir tu buena energía
Cuidar de tus plantas es un gran pasatiempo que hace que sientas que tu vale la pena, que siempre busques el lado positivo y eso, querida, te hace única e irresistible.