Luca Trapanese es un hombre italiano de 40 años que decidió adoptar a una pequeña con síndrome de Down cuando apenas tenía 13 días de haber nacido. La pequeña robó el corazón por su personalidad atrevida y sonrisa contagiosa, así que al poco tiempo lograron crear un vínculo especial y que difícilmente se podrá romper.
Al principio la vida de la pequeña no parecía sencilla, su joven madre la rechazó al nacer cuando se dio cuenta que tenía una afección médica especial. Lo más triste es que no fue la única, aunque en Italia muchas familia buscan adoptar niños, muy pocos consideran la opción de criar a un pequeño con necesidades especiales.
Alba fue rechazada por al menos 20 familias potenciales, hasta que Luca apareció para cambiarle la vida por completo. Aunque Luca siempre quiso ser papá, las leyes italianas no se lo permitían ya que es homosexual y soltero por lo tanto el proceso resultaba mucho más complicado.
Luca sentía que debía adoptar a un niño con necesidades especiales o problemas de conducta. Cuando apenas era un adolescente su mejor amigo fue diagnosticado con cáncer terminal, pero él lo apoyó hasta el final. En ese momento vio y sintió de cerca el dolor, la desesperación y el miedo, por lo tanto reflexionó sobre ayudar a quienes más lo necesitan.
Trapanese tiene una fundación que lleva por nombre “Una rueda libre”, la cual ofrece ayuda para personas con discapacidades en edad post-escolar, además de ofrecerles la oportunidad de socializar, cultivar sus talentos y hasta integrarse en la comunidad como personas productivas.
El feliz padre comenta que al llegar al hospital encontró a una “pequeña princesa en una diminuta cuna e instantáneamente sentí ese vinculo especial que solo tienen un padre e hijo”.
La pequeña ahora es parte de una familia, con un padre amoroso que la cuida y la protege. Además cuenta con tíos y abuelos que la llenan de cariño a diario. La historia de Luca y Alba demuestran que el amor no conoce limitaciones ni barreras de ningún tipo.