Es a partir de los seis o siete meses de edad cuando el niño debería comenzar a gatear, si este evento se prolonga después de este lapso de tiempo se recomienda visitar a un especialista.
Los niños que aún no gatean a esta edad podrían tener un atraso en el desarrollo psicomotor relacionado con el uso de la andadera, este desarrollo debe desarrollarse en libre movimiento y debería iniciar con el gateo, posteriormente pararse y detenerse solo para iniciar su proceso de marcha.
La especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Ofelia Elizabeth Martínez Torres, recomendó estar pendientes del desarrollo psicomotor entre los seis y 18 meses de edad del bebé.
Sugirió evitar el uso de la andadera por más de una hora diaria, y mejor usarla como un juguete o herramienta para entretener al bebé, en lugar de apoyarse en la misma para lograr la deambulación del pequeño
Este aparato puede interferir en el desarrollo psicomotor de algunos pequeños, retrasar un poco la deambulación y alteraciones en la marcha.
Explicó que la marcha libre promueve que el bebé desarrolle la habilidad de la dimensión de espacios “esto debido a que empieza a gatear de forma libre, y si choca con algo, la próxima vez ya no lo hace, porque va midiendo hasta dónde es el espacio del que puede disponer”.
El uso de la andadera, observó la pediatra, en lugar de ser auxiliar en el desarrollo de la marcha en el niño, puede utilizarse como un juguete o una herramienta de entretenimiento, siempre y cuando no se exceda el tiempo señalado en uso.
Martínez Torres resaltó que la estimulación temprana al niño facilita el aprendizaje en el proceso de gateo y estimulación, incluso, realizando ejercicios que mejoren el desarrollo psicomotriz del infante, entre los que puede incluirse estiramientos, flexionar las rodillas, movimiento de caderas y practicar ‘alcanzando’ un juguete o una pelota mediante el gateo.