El trabajo, tus obligaciones, tu vida social, o simplemente tu estilo de vida son pretextos perfectos para adoptar acciones que, en vez de beneficiarte, sólo te perjudican más. Quizá te preguntes la razón por la que subes de pesosi intentas no sobrepasar el límite de calorías o intentas tener un ligero cuidado para que tus jeans favoritos te sigan quedando, pero lo que no has considerado es que, las acciones que mencionamos anteriormente, pueden ser las culpables de que ya hayas aumentado algunos kilos.
A veces es imposible llevar un control sobre lo que haces en todo el día, por ejemplo, puede haber días en los que te resulta difícil no desvelarte, o comer rápido por alguna junta importante a la que tienes que ir. Pero es importante que observes los siguientes puntos y les pongas más atención para que la grasa no se acumule en tu cuerpo. Tener un peso saludable, casi siempre depende de un buen estilo de vida, no sólo se trata de una rutina de ejercicio o una dieta balanceada, también hace parte a otros factores que no sabías que te estaban perjudicando.
1. No desayunar
El desayuno es la comida más importante del día. Así que saltarte esta parte de tu alimentación puede ser una de las peores decisiones que hayas tomado. Es importante que actives tu metabolismo con un alimento cuando sales de la cama, de preferencia que contenga proteína, grasa buena e hidratos de carbono. Si desayunas, no provocarás a que esperes la comida o la cena con un hambre insoportable que haga que quieras arrasar con todo lo que tengas enfrente.
2. Cenar poco tiempo antes de que te vayas a la cama
Lo recomendable es que cenes de 3 a 2 horas antes de que te vayas a dormir para que el alimento logre ser procesado, de no ser así, no le darás oportunidad a tu cuerpo de que la digiera y el trabajo de digestión se verá afectado.
3. Comer distraído
A la hora de la comida, lo mejor es que dejes el móvil, libro, periódico, tv o cualquier otra cosa que necesite tu atención a un lado. Esto es porque, cuando comes con alguna distracción, provocas que comas más de lo debido. Un estudio de American Journal of Clinical Nutrition, reveló que las personas que tienden a comer distraídas ingieren hasta un 50 por ciento más de calorías habituales.
4. Comer rápido
El proceso de digestión inicia desde que echas el primer bocado a tu boca, y mientras más veces mastiques la comida más fácil será para tu organismo digerirla. Así que es importante que te tomes tu tiempo para triturar cada bocado y no comas a las prisas, de ser así lo único que pasará es que subas de peso.
5. Desvelarte
Cuando no duermes lo suficiente, generas un desorden en tu hormonas, entre ellas la del hambre; la misma que hace que no te sientas satisfecho con tus alimentos del día y quieras comer más debido a la ansiedad. Así, esto hace que despiertes con hambre excesiva y consumas alimentos que sólo te hacen subir de peso.
6. No cenar
Dejar de cenar tampoco es una solución para que logres bajar de peso, al contrario. Cuando no realizas la última comida del día, sometes a que tu estómago trabaje vacío, es decir, acumula la grasa en tu organismo. No cenar no es sinónimo de evitar calorías, es todo lo opuesto. Lo mejor es que comas algo ligero y lo hagas horas antes de que te vayas a dormir.