Un 14% de la población posee "pie griego", es decir, que tiene el segundo dedo del pie más largo que el primero, el que solemos llamar "dedo gordo".
El tipo de pie más habitual es el "pie egipcio", que posee el 49% de la población, y en el que el primer dedo, el "gordo", es el más largo de todos.
Históricamente, se ha relacionado a tener "pie griego" con algunas circunstancias positivas, pero la ciencia ha demostrado que tiene sus contras. Y que hay que tener un especial cuidado.
El 'mito' positivo
Según la leyenda, las diosas griegas tenían ese tipo de pie, por lo que recibe este nombre. Pero no solo eso, sino que los que lo poseen también se supone que han heredado parte de sus "poderes" divinos.
Y es que históricamente, a los que tienen "pie griego" se les ha relacionado con la fuerza, la inteligencia y la atracción sexual. Por desgracia para los que lo posean, esto solo se trata de un mito que obviamente no puede ser demostrado.
La realidad negativa
Lo cierto es que tener "pie griego" no es perjudicial sin más, pero puede llegar a serlo si no se cuida de una forma muy especial el calzado que se emplee.
Más allá de las cuestiones estéticas, en las que cada uno puede tener un juicio u otro, este tipo de pie es más propenso a originar problemas y causar dolores a los que lo tienen.
Estudios científicos han demostrado que el "pie griego" tiene mayor facilidad a sufrir inflamaciones por lo que su "vestimenta" es básica para garantizar una buena salud sin sufrir mayores problemas.
El consejo
La directriz que aportan los médicos si se tiene este tipo de pie es muy clara: debemos emplear un calzado cómodo y suficientemente ancho, que no deje los dedos aprisionados ni el pie especialmente oprimido. Y jamás puntiagudo.
Además, si es posible, lo ideal es usar plantillas extrablandas para garantizar una correcta amortiguación del peso del cuerpo, dado que al ser más largo el segundo dedo, es el que soporta una mayor presión a la hora de flexionar y andar.
En cualquier caso, si se tiene "pie griego" y se han empezado a desarrollar dolores, lo mejor es acudir a un médico especialista a que realice una revisión y aconseje cualquier tipo de tratamiento o cuidado, puesto que puede degenerar en gravas problemas en las articulaciones de todo el tren inferior del cuerpo.